El Gobierno ha incluido en el Plan España 2050 la recomendación de prohibir los trayectos en avión que tengan una alternativa en tren inferior a las 2,5 horas de duración, con el objetivo de reducir el impacto medioambiental del transporte aéreo. La medida está alineada con una ley aprobada recientemente en Francia, con el fin de prohibir los vuelos de corto recorrido.

"Se recomienda prohibir los vuelos en aquellos trayectos que puedan realizarse en tren en menos de 2,5 horas", reza el documento en uno de sus objetivos medioambientales, orientado a reducir a 2 millones de toneladas las emisiones del transporte español en 2050.

La idea ya ha sido planteada en varias ocasiones por representantes de Adif, el gestor público de la infraestructura ferroviaria, que han asegurado que los vuelos de corto recorrido se eliminarán “más temprano que tarde”.

En esta línea, el Gobierno también incluye en su plan una tasa de viajero frecuente o el establecimiento de impuestos sobre los billetes de avión según la cercanía del destino, limitando las externalidades negativas y acercando el tratamiento fiscal al de otros medios de transporte.

Ajustar la fiscalidad del transporte por carretera

Además de la reducción del transporte aéreo, el plan contempla ajustar la fiscalidad del transporte por carretera al uso real del vehículo, pasando de las actuales figuras fiscales sobre la compra circulación y combustibles a un nuevo impuesto sobre el uso medido real del vehículo, con características como el peso, potencia, emisiones de contaminantes atmosféricos y gases de efecto invernadero.

El Gobierno pretende mejorar la red ferroviaria en las próximas décadas, tanto para el transporte de personas como de mercancías. "En lo que respecta a mercancías, es necesario ampliar la electrificación de la red ferroviaria, utilizar trenes híbridos con hidrógeno renovable para los tramos no electrificados, aumentar la eficiencia de las terminales intermodales, e incorporar vía férrea en aquellos puertos y aeropuertos que carecen de ella", explica el informe.

En cuanto al transporte de personas, plantea ampliar las redes de cercanías existentes, modernizar las líneas que no son de alta velocidad, relanzar los servicios de tren nocturno, finalizar las conexiones transfronterizas y fomentar la demanda con un sistema tarifario justo que contemple el menor impacto en el medio ambiente y en salud del ferrocarril frente a otros medios de transporte.