Antonio Garamendi es, de momento, el único candidato a presidir la CEOE. Y no parece que esta circunstancia vaya a cambiar. Si en la junta directiva de la patronal, celebrada hace justo una semana, se sucedieron las adhesiones y hubo unanimidad en el apoyo al empresario vasco, desde entonces las diferentes organizaciones empresariales pertenecientes a la CEOE han ido expresando públicamente su apoyo al solitario candidato. La patronal aragonesa, CEPYME (de la cual es presidente Garamendi), Faconauto, Confebus, Confemetal y la Confederación de la Construcción. 

Visto el unánime entusiasmo despertado por Garamendi y que no se prevén más candidatos a suceder a Joan Rosell, ahora sólo queda esperar hasta el 14 de noviembre antes de poder dar por seguro que no habrá nadie más. Y aún así, la candidatura única habrá de ser votada igualmente el 21 de noviembre. Algunos de los apoyos más entusiastas del presidente de CEPYME temen que se pueda usar esa votación para romper la imagen de unanimidad actual y que se usen las abstenciones y los votos en blanco para castigar simbólicamente al único candidato en liza. Es por ello que en la junta directiva de la semana pasada se sugirió que los estatutos de CEOE deberían ser modificados para que, en caso de existir una sola opción como ocurre ahora, el candidato único sea proclamado por aclamación.

Rivalidad no resuelta en las urnas

Sin embargo la CEOE no recoge esa posibilidad en sus normas, aunque sí que lo hace CEPYME, la patronal de la pequeña y mediana empresa que preside el vasco, aunque ElPlural.com no ha podido confirmar que las peticiones de modificar los estatutos proviniesen de miembros de CEPYME. Pero, ¿por qué se teme que pueda haber voto de castigo? Se esperaba que Joaquín Gay de Montellá, presidente de la patronal Catalana Fomento del Trabajo Nacional, compitiera con Antonio Garamendi. Ambos empresarios mantienen una rivalidad de años y puntos de vista muy diferentes en cuanto a las posiciones que debe abanderar la CEOE. Sin embargo Gay de Montellá decidió no dar el paso adelante, al comprobar que no reunía apoyos sufientes y que dentro de la propia patronal catalana no había unanimidad para apoyarle. Aún así los partidarios de Garamendi temen que los apoyos que aún le sean leales a Gay de Montellá emitan esas abstenciones o votos en blanco de castigo para dejar patente la diversidad de opiniones dentro de la CEOE. 

Fuentes oficiales de la CEOE contactadas por ElPlural.com descartan de todas maneras que se vaya a producir modificación alguna de los estatutos con un proceso electoral ya en marcha. Y añaden que, pese a que no parezca probable, el plazo de presentación de candidaturas hasta el 14 de noviembre ha de respetarse, así como la votación que se realizará una semana después. Y si bien reconocen que hubo alguna intervención abogando por las ventajas de la proclamación por aclamación, la CEOE no ha recibido ninguna petición formal de que se considere dicha posibilidad.