La relación entre el Ministerio de Trabajo y la patronal está más tensionado que nunca por la futura reducción de la jornada laboral. Los principales dirigentes de organizaciones empresariales han cargado duramente contra la titular de la cartera, Yolanda Díaz, acusándola de no querer negociar y, en palabras de Antonio Garamendi, impulsar un “monólogo social”. Este jueves, Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Trabajo, ha salido en defensa de la vicepresidenta segunda y de la aminoración de las jornadas laborales.
“Los monólogos sociales habría que dejarlos para el club de la comedia”, ha recomendado al presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). El número dos de Trabajo ha negado la mayor, asegurando que el Ministerio trabaja conjuntamente con los empresarios para desarrollar esta medida “desde enero”. Asimismo, ha asegurado sentirse sorprendido ante “estas posiciones extremas”, “sobre todo si tenemos en cuesta que este Ministerio al que yo represento ha alcanzado con esos mismos empresarios más de 20 acuerdos de diálogo social, el último hace unas semanas”, ha desarrollado.
“Esto no debería ser una guerra con nadie”, ha continuado, defendiendo que “reducir la jornada de trabajo como están haciendo la mayoría de países europeos y querer parecernos a Francia, Alemania o Dinamarca no debería causar esta reacción verdaderamente desproporcionada y extremista”. El Ministerio de Trabajo no parece por la labor de permitir que el relato empresarial, que culpa al departamento de no alcanzar un acuerdo, se instale y Pérez Rey, conocido por la sinceridad y la franqueza en sus exposiciones, parece el encargado de este cometido.
“¿Dónde estudió comunismo?”
“Ojalá los empresarios se dediquen a lo que saben hacer, que es negociar, y dejen la ideología y la manipulación política de lado”, ha proseguido, pasando de Garamendi a otro líder empresarial. “Algunos de estos empresarios hacen estas declaraciones (contra la reducción de jornada) rodeados de dirigentes políticos que no han llegado a un acuerdo de diálogo social en su vida”, ha dejado caer, refiriéndose a Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, que acusó al Gobierno de comunista en un acto con Isabel Díaz Ayuso.
“Hay poco espacio para la empresa privada ante un Gobierno que adopta tesis comunistas […] No hay prácticamente ningún aspecto de la actividad empresarial que no esté intervenido o amenazado […] Pretenden poner sus trasnochadas tesis de control”, son algunas de las frases espetadas por líder de Cepyme y que Pérez Rey ha querido responder. “Yo no sé dónde estudió comunismo el señor Gerardo Cuerva, pero si reducir la jornada diez minutos al día y caminar de la mano de los países más prósperos de Europa es ser comunista, no sé, yo creí que iba más de la abolición del trabajo asalariado”, ha apuntado.
La reducción, 10 minutos diarios que perturba a empresarios
El debate generado en torno a establecer la jornada laboral en las 37,5 horas semanales es, a ojos del secretario de Estado, estéril. Es más, Pérez Rey ha recordado que “la propia capyme reconoce que la jornada media pactada en España es de 38,2”. Esto significaría, como ha apuntado a continuación, que la rebaja tan solo sería de diez minutos diarios. No obstante, los empresarios claman al cielo asegurando que la productividad caerá, pese a que en el resto de países que lo han aplicado no ha sucedido.
Además, el segundo de a bordo de Díaz ha defendido la política negociadora de Trabajo. “Creo que a lo largo de la democracia española no ha habido ningún Ministerio que haya negociado tanto con los empresarios y con tan buenos resultados”, ha destacado. “España vive el mejor momento de empleo de los últimos 16 años y con una diferencia, con empleo de calidad. Tenemos un récord de afiliación, más mujeres trabajando que nunca, el paro juvenil en mínimos históricos, la contratación indefinida más alta que en toda nuestra historia”, ha puesto en valor.
Por último, finalizados los reproches y el ensalzamiento de su empeño, ha puesto el foco en la próxima reunión, que tendrá lugar el lunes. “Les hemos pedido que, por favor, nos digan cuáles son las medidas que pueden apoyar a las empresas y el lunes tienen una nueva oportunidad. Es más, nosotros vamos a asumir el compromiso de ponerlas nosotros encima de la mesa. Nuestra voluntad de negociación es ineludible y está asegurada, pero no queremos este tipo de soflamas políticas”, ha zanjado.