Protagonista indiscutible de los últimos días, la derogación de la reforma laboral, o modernización del mercado laboral, según quien hable de ella, ha sido debatida en una primera reunión entre los agentes sociales y el nuevo equipo diseñado por el Gobierno para abordar la negociación. Un equipo que incluye otros departamentos a la negociación liderada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
La primera reunión celebrada con esta nueva metodología terminó con novedades, tal y como han desvelado fuentes presentes en la reunión. La propia Díaz aseguraba por la noche en una entrevista a El Objetivo de LaSexta que no se puede derogar la reforma laboral del Partido Popular “técnicamente” y explicaba: “Fue una reforma expansiva que afectó a más de 20 preceptos del Estatuto de los Trabajadores, a varios reales decretos y directivas”.
Un cambio que se suma a la eliminación del límite de la temporalidad. El propio secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, ya avanzaba antes de la reunión que habría que ver si ese límite de temporalidad máxima “se acomoda a los intereses del conjunto de interlocutores, si puede variarse o individualizarse para que sea menos indiscriminado y más efectivo”.
Según fuentes de la reunión, el Gobierno ha abierto la puerta a eliminar el límite de la temporalidad del 15% en esta reunión. La propuesta inicial del Ejecutivo pasaba por imponer el 15% como porcentaje máximo de trabajadores temporales que podría contratar una empresa. Un límite que parece que va a desaparecer, a pesar de que el encuentro contó con la misma documentación de las reuniones anteriores, tal y como han desvelado sindicatos y empresarios.
La Secretaría de Estado de Empleo lo confirma
La propia Secretaría de Estado de Empleo ha reconocido que eliminará este límite en los próximos documentos. Una medida que nació con el objetivo de limitar la temporalidad en el empleo y así, terminar con la precariedad estructural del mercado laboral. Ahora, será sustituido por un compromiso general de reducción de la precariedad laboral pero sin una cifra exacta fijada.
En la base de este nuevo razonamiento está precisamente la elevada temporalidad de la economía nacional, con una fuerte dependencia del turismo estival o el caso de campañas agrícolas como la vendimia o la recogida de la fresa. Así, el Ejecutivo considera que no debe imponerse el mismo límite a los contratos temporales a todas las empresas del sistema productivo.
Frente a esta novedad, el Gobierno ha mantenido todas las demás medidas propuestas en reuniones anteriores. De hecho, Díaz ha asegurado que hay que actuar contra la temporalidad y la precariedad y promete no tocar el despido “por acuerdo de Gobierno” en la mesa de diálogo.
"La reforma del PP fue extremadamente agresiva y este Gobierno va a actuar en lo más urgente y necesario, que es la modernización del mercado de trabajo a través de la negociación colectiva, la temporalidad, la formación, los nuevos ERTE y las políticas activas de empleo", recalcaba el miércoles por la noche Yolanda Díaz.
