La inflación es un complejo fénomeno económico que depende de multitud de factores, entre ellos el factor monetario y el factor fiscal. Esto desmiente el último argumento clave de las campañas de acoso y derribo que la derecha lleva perpetrando desde que el Ejecutivo cambió de color, "La inflación es culpa de Sánchez". Lo cierto es que este Gobierno no controla la política monetaria ( cuya responsabilidad recae en Banco Central Europeo) y solo controla una fracción de la política fiscal dentro de la Eurozona por lo tanto, el argumento se derrumba por sí solo.

Así lo ha dejado caer Julen Bollain, Doctor en Estudios sobre Desarrollo a través de su cuenta de Twitter, donde ha publicado las previsiones de la Comisión Europea con respecto a la inflación de este 2022 para todos los Estados comunitarios.

 

La Comisión Europea ha aumentado las previsiones de inflación de España del 6,3% al 8,1%, no obstante, el aumento ha sido generalizado en todos los países miembros, sitúandose a la cabeza los países de Europa del este, más dependientes energéticamente de Rusia, y colocando a España en un nivel inflacionario por debajo de la media prevista para la UE que se establece en un 8,3%

La causa principal de la inflación

Los previsiones económicas para este verano de la Comisión Europea dibujan una economía incierta, resistiendo los efectos de la invasión rusa en Ucrania, que se está sintiendo como un mazazo con el aumento de los precios de las materias primas energéticas y alimentarias, que no hacen mas que avivar la presión inflacionaria.

La Comisión Europea ha subrayado que muchos de los riesgos ya proyectados en primavera, con la invasión rusa en marcha, se han materializado, mostrando unas previsiones poco halagüeñas con respecto a la inflación y los precios de la energía, que pueden tener un gran imapcto en la industria y en el bolsillo de los consumidores en toda Europa.

En Bruselas temen no solo una reducción sino un cierre total del suministro de gas de Rusia y algunos países ya se están movilizando para cargar sus reservas de cara al invierno. El incremento del precio de la energía está aumentando la presión en los Gobiernos de los Veintisiente que temen ya un ominoso otoño de protestas y descontento dibujado en el horizonte y tratan de poner en marcha medidas que reduzcan el impacto de la inflación disparada. Si los suministros de gas se reducen, los precios continuarán con su aumento y con ellos los índices inflacionarios, lo que podría frenar el crecimiento más de lo previsto.

Mientras tanto, el Banco Central Europeo prepara a la primera subida de tipos de interés en más de diez años, que se prevé que se anuncie la semana que viene, mientras el dólar y el euro rozan la paridad por primera vez desde 2002. En Estados Unidos ya se ha registrado un incremento del índice de precios al consumo (IPC) del 9,1% en junio en comparación con el año anterior, el ritmo anualizado más rápido desde 1981.

La invasión rusa de Ucrania, que ha derivado en las sanciones al Gobierno de Putin y ha terminado por desembocar en una 'guerra fría energética' que está acarreando un acelerado aumento de precios, están creando el caldo de cultivo perfecto para que la Comisión Europea haya elevado las previsiones inflacionarias no solo para España, sino para el resto de los Estados comunitarios. Por lo tanto, echar la culpa al Ejecutivo no es solo pecar de reduccionista, sino que es simplemente falso.