España tiene garantizado el suministro gas de cara al invierno, ya que cuenta con uno de los niveles de llenado “más altos” de Europa de sus almacenamientos de gas, según datos de Enagás, compañía de transporte y gestión de gas natural. Así lo ha indicado el consejero delegado de la compañía, Arturo Gonzalo Aizpiri, transmitiendo tranquilidad ante la amenaza de un posible corte de suministro de Rusia de cara al próximo invierno.
Gonzalo ha subrayado, en una conferencia en la que se ha presentado el plan estratégico del grupo, que España está cumpliendo "de un modo muy rápido y efectivo" el calendario de llenado de almacenamientos de gas fijado por la Unión Europea, que estima un objetivo del 80% para el próximo mes de octubre.
Así lo ha afirmado el consejero, que además ha aportado datos que muestran que los niveles de aprovisionamiento son mejores de los que se preveían a estas alturas. El nivel actual de llenado de los almacenamientos subterráneos en España es del 73,2%, por delante del 71% marcado para agosto, mientras que los tanques de gas natural licuado (GNL) de las plantas del país están ya en el 84%, su nivel más alto en los últimos cinco veranos.
"Los almacenamientos subterráneos en España son claves para abordar con gran serenidad estos tiempos que tiene Europa por delante ante los próximos meses", ha destacado. Además, ha resaltado que hay programada una llegada de 26 buques más antes de finalizar el mes, lo que aportará 26 teravatios/hora (TWh) de gas adicionales al suministro que llega por tubo de Argelia a través de Medgaz.
Red troncal de hidroductos
Gonzalo ha señalado como prioritaria la necesidad de "crear una red troncal de hidroductos" y "contar con una infraestructura troncal centralizada es la forma más rápida, eficiente y segura", ha añadido. A este respecto, Enagás contempla en su plan la construcción de almacenamientos subterráneos nuevos, pero también la posibilidad de adaptar algunos de los existentes para el uso con hidrógeno.
En este sentido, puso el ejemplo del almacenamiento subterráneo de gas de Yela (Guadalajara), que con un coste de adaptación en 200 millones de euros podría almacenar el equivalente al desarrollo de infraestructuras subterráneas con un coste muy superior a los 1.000 millones de euros.
