Nissan Motor Ibérica (NIMSA) ha anunciado este viernes a los representantes de los trabajadores de los centros de Barcelona (Zona Franca y Montcada) el inicio del proceso para la próxima presentación de una regulación de empleo colectiva y que afectará a 600 trabajadores. La compañía ha justificado su decisión ante la "falta de acuerdo" manifestada en las últimas reuniones con el comité de empresa para negociar las medidas de competitividad y el XXIV Convenio Colectivo.

"La decisión persigue el imperante objetivo de la compañía de alcanzar un acuerdo que permita llevar a cabo las medidas de ajuste necesarias para poder garantizar la competitividad y la sostenibilidad de las plantas de Barcelona", ha subrayado en un comunicado. En el mismo la empresa comunica su decisión de invertir 70 millones de euros en una nueva planta de pintura de última generación "de acuerdo con los nuevos requisitos medioambientales", pero condiciona dicha inversión a ejecutar los despidos. 

En este sentido, el fabricante, que pretende una reducción de plantilla de 600 personas, sigue apostando por priorizar las medidas de carácter voluntario y un plan de prejubilaciones. Las condiciones que ofrece la dirección de Nissan, encabezada por el italiano Marco Toro son compensar a los trabajadores que se acojan a las prejubilaciones con el 80% del salario neto hasta la jubilación a los 63 años.

Por otro lado, la dirección de NIMSA ha dado un plazo de 14 días a la representación social para constituir la comisión negociadora, periodo a partir del cual se iniciarán las negociaciones. Por su parte los sindicatos consideran que las plantas de Zona Franca y Montcada son viables y que el ajuste no sería necesario si la dirección no hubiera tomado la "irresponsable decisión" de trasladar la producción de furgonetas a otras fábricas.