El Gobierno está ultimando el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, popularmente llamado tasa Google, que se prevé que entre en vigor a finales de este año o inicios de 2020. El Ministerio de Hacienda ha identificado a las empresas que tendrán que pagar este impuesto, entre las que incluye a todas las plataformas audiovisuales en streaming, según avanza El Español.

En el listado aparecen grandes compañías tecnológicas como Google, Amazon, Twitter o Facebook, pero además incluye a plataformas como Netflix, HBO o Amazon Prime Video. La interpretación del Gobierno es que estas empresas también deberán acogerse a esta tasa al igual que el resto de empresas digitales.

A pesar de que estas plataformas no realizan un uso comercial de los datos de los usuarios, el Ejecutivo considera que sí que lo hacen por el hecho de realizar comunicaciones comerciales y sugerencias a los usuarios.

La nueva forma de consumir contenido audiovisual supone que las plataformas digitales audiovisuales ya cuenten en España con más de 6,3 millones de usuarios, lo que les convierte en un actor más que relevante en el mercado. Sin embargo, el pago de impuestos es muy desigual frente a las operadoras tradicionales.

Según los últimos datos del Registro Mercantil, Netflix pagó 3.100 euros en impuestos en España en 2018 mientras que HBO abonó 45.200 euros. Una cifra muy lejana a los millones de euros que pagan en impuestos las operadoras de telecomunicaciones.

El Gobierno espera recaudar 968 millones anuales

Así, con la tasa Google pretenden igualar el mercado mientras esperan recaudar al menos unos 968 millones de euros al año. Según El Español, la cifra está sobredimensionada y los analistas esperan que los ingresos finales sean mucho menores.

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La tasa Google gravará los ingresos generados por servicios de publicidad en línea, los servicios de intermediación en línea como las redes sociales y la venta de datos obtenidos a partir de información que el usuario ha proporcionado con anterioridad.

En cifras, las empresas que superen la cifra de negocio de 750 millones de euros anuales a nivel mundial y cuyo importe de ingresos derivados de prestaciones de servicios digitales supere los 3 millones deberán acogerse a la tasa Google.