El Gobierno está diseñando una nueva Ley de Telecomunicaciones, con una nueva definición de los operadores. Este viernes se ha presentado el anteproyecto de ley, en el que ha incluido un nuevo impuesto a las grandes tecnológicas. El Gobierno amplía así el tributo a las compañías que presenten servicios de comunicación digitales.

Las tecnológicas que presten servicios de correo electrónico o mensajería instantánea, por ejemplo WhatsApp, tendrán que pagar la tasa anual de telecomunicaciones. Hasta el momento, este impuesto solo gravaba la actividad de las operadoras tradicionales de telecomunicaciones y aquellas que prestaban servicios de redes.

Esto supone que empresas como Google, Facebook, Apple o Amazon tendrían que pagar la tasa por sus servicios de Hangouts, WhatsApp, Facetime y Alexa, pero solo por la parte proporcional de los ingresos generados en España. La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones no ha avanzado más detalles de la tasa, que probablemente entre en vigor antes del segundo trimestre de 2021.

La nueva normativa igualaría a las grandes tecnológicas con las telecos tradicionales como Telefónica, Vodafone, Huawei, Nokia, Orange o Ericsson, y tendrían que darse de alta en el registro estatal de operadores de telecomunicaciones.

Cambios con vistas a la modernización

El anteproyecto de ley también incluye cambios como la supresión de las cabinas y las guías telefónicas del servicio universal, un refuerzo de la protección de los usuarios, la modernización del servicio de emergencias 112 o medidas para facilitar un clima inversor en el sector, entre otras.

La cantidad que tendrán que pagar será del uno por mil de sus ingresos, siempre que estos sean superiores al millón de euros en España, y para ello deberán presentar una declaración de los ingresos procedentes de las comunicaciones electrónicas. El objetivo es igualar a las grandes tecnológicas con las pequeñas empresas y startups en su etapa de crecimiento.

La nueva definición de operador de telecomunicaciones menciona tres tipos de compañías, según explica El Español. Por un lado, los operadores que prestan servicios de acceso a Internet (ISP), donde aparecen las telecos tradicionales; por otro, las comunicaciones interpersonales y finalmente, aquellas empresas que prestan servicios de redes.

El Gobierno abre un proceso de audiencia pública este viernes para el diseño final de la ley, que estará abierto hasta el próximo 13 de octubre. Por ese motivo, no se prevé que se apruebe hasta 2021.

Este nuevo impuesto se anuncia en paralelo a la tramitación del Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, popularmente llamado tasa Google, por el que las grandes tecnológicas también verán gravados sus ingresos en España.