Si por algo es característico Netflix, es por su singular “ta-dum” (o también llamado “toudum”) al inicio de cualquier serie o película. Un sonido que, con tan solo escucharlo, sabes a qué plataforma pertenece.

Esta marca auditiva en dispositivos móviles era genial, sin embargo, el problema se acentuaba cuando se reproducía en los cines, donde no funcionaba nada. Fue justo en el estreno de Roma o El irlandés cuando la compañía decidió modificar este sonido tan particular.

“Estábamos sentados en el cine y el “toudum” saldría, la película comenzaría y se notaba tan corto y abrupto que realmente no se entendía qué habías visto antes de ir y meterte de lleno en la película”, comentó Tanya Jumar, jefe de diseño de marca de Netflix, en el último episodio del podcast Twenty Thousand Hertz.

A partir de aquí, la compañía quiso contar con la ayuda de un profesional con el que ya hubiesen trabajado y además que tuviese enlace con la marca. ¿Quién podría ser? ¡Hans Zimmer! Este compositor alemán de música cinematográfica y videojuegos hizo varios trabajos con ellos en The Crown, así que era el candidato perfecto.

Un nuevo sonido

Zimmer envió seis versiones diferentes tras el primer brainstorming, hasta que finalmente se decidieron por una.

La nueva marca auditiva tan solo dura 15 segundos, suficientes para reconocer ese aire renovador, pero teniendo presente la esencia del mítico “ta-dum” que identifica a la plataforma.

Esta versión final llegó en 2019 junto a una nueva identidad de Netflix, con un logo bastante colorido que representa “la amplitud de géneros, emociones y narrativas que componen el exuberante catálogo contenido de Netflix”.

¿Cómo se creó "ta-dum"?

Los comienzos nunca fueron fáciles. Netflix tenía claro que la parte fácil del nuevo proyecto era hacer el sonido, el problema era cómo encontrarlo. Todd Yellin, vicepresidente del Producto, consideraba que lo mejor sería un sonido corto, ya que un sonido más largo conllevaría que bastantes cinéfilos lo saltasen en sus dispositivos móviles, como pasa con la eterna marca de 20th Century Fox. "Lo primero y discutiblemente lo más importante, tenía que ser realmente corto. La razón por la que tiene que ser corta es... Al contrario que en una sala de cine, donde tienes una audiencia cautiva y van a tener que estar ahí y han pagado sus diez dólares y van a ver lo que sea que le eches a ellos, así que algunas de las mejores identidades sonoras que os imagináis, como THX... genial... es realmente largo. El "da na da na da na" de 20th Century Fox... largo (...) En nuestra era del click y play, vas a Netflix, le das al click y no hay paciencia, y quieres esa gran experiencia y casi la quieres inmediatamente”, explicaba.

Netflix no quería un sonido informatizado, sino uno que recordase al mundo del entretenimiento. Para ello, contó con la colaboración de Lon Bener, editor de sonido estadounidense, ejecutivo de negocios e inventor. Y no solo eso, también ganador de un Óscar a los mejores efectos sonoros por su trabajo en Braveheart (1995). Es decir, un partidazo.

Tras varias pruebas y millones de opciones, “ta-dum” empezó a coger fuerza. Aunque la última palabra la tuvo la hija de diez años de Todd, quien convenció al ejecutivo de la puesta en marcha de este sonido.