La vivienda es el principal problema para la mayoría de familias españolas. El precio inasumible de los alquileres y las condiciones desproporcionadas de las hipotecas están complicando la economía de millones de hogares, que enfrentan la imposibilidad de costear una vivienda digna con precio asequible en las zonas más tensionadas. Mientras, las localidades más golpeadas por el despoblamiento rural albergan inmuebles históricos a precios apetecibles. Este es el caso de Yanguas, un pueblo soriano que presume de ser uno de los más bonitos del país y tiene a la venta un palacete a un coste que no daría para más que un zulo en Madrid.

Declarado Conjunto Histórico-Artístico, el municipio castellano apenas supera el centenar de habitantes y se sitúa al norte de la provincia, colindando con La Rioja. En este emplazamiento paradisiaco se encuentra el palacete de los Cereceda, una edificación que consta de 1.300 metros cuadrados construidos y una parcela que suma al conjunto otros 700 metros cuadrados. Si bien necesita una rehabilitación, el inmueble y sus tierras aparejadas se encuentran disponibles por tan solo 125.000 euros, suma sustancial con la que sería imposible comprar una vivienda con unas mínimas garantías de dignidad en la mayoría de las ciudades españolas.

Por el mismo precio, una persona que estuviese interesada en ser propietaria en Madrid tan solo podría adquirir un inmueble de 28 metros cuadrados. Atendiendo al estudio de mercado realizado por Fotocasa para este mes, el precio medio del metro cuadrado en la capital se sitúa en los 4.445 euros, coste por el que tan solo se podrían adquirir 28 metros cuadrados hasta alcanzar los 125.000 euros. 1.272 metros cuadrados de diferencia entre ambos inmuebles, sin tener en cuenta los 700 metros cuadrados de parcela, que harían más groseras las distancias. En la calle del Arrabal el precio del metro cuadrado se sitúa en los 96 euros.

La vuelta al campo, del que muchos salieron buscando oportunidades de empleo que no encontraban en sus pueblos natales, se antoja una posibilidad cada vez más sugerente. Para los amantes del patrimonio, además, pueden disfrutar de oportunidades como esta. El palacio yangüese cuenta con una fachada muy extensa y que refleja la historia. En ella, el escudo de los Cereceda preside sobre las rocas, evidenciando el linaje de sus propietarios. Otro escudo, el de la orden de Santiago, luce sobre el empedrado, erosionado por la historia que ha atravesado un edificio que ha sido desde casa convento hasta cuartel de la Guardia Civil.

Vanesa Regalado, historiadora del arte, se ha hecho eco de la oferta inmobiliaria lanzada, analizando el camino que ha realizado el palacete a lo largo del tiempo. En él viviría Rodrigo de Cereceda, quien fuera nombrado “cobrador de bulas de la Santa Cruzada en 1575, a pesar de ser miembro del estado de hijosdalgo [...] y ser ese un oficio vil”, explica la historiadora a través de sus redes sociales. Como relata, el edificio lleva ya en venta ocho años, pero el estado ruinoso de alguna de sus estancias ha hecho imposible encontrar comprador.

Así, el precio ha ido cayendo con el transcurso del tiempo. El inmueble no cuenta con habitaciones definidas, ni con cocina, baño u otros servicios básicos para una vivienda. En consecuencia, el comprador debería de llevar a cabo una reforma en las tres plantas del edificio antes de poder utilizar este. Por el momento, existen proyectos basados en su remodelación y transformación en diferentes apartamentos. Sin embargo, como denuncia Regalado, también sobrevuela la posibilidad de derribar este patrimonio histórico y utilizar el suelo para construir bloques de viviendas.

La pérdida del palacete sumaría una víctima más a la lista de patrimonio derruido para la construcción de vivienda. Esta sería de especial importancia en un pueblo como Yanguas, donde casi toda edificación es patrimonio histórico. Su Castillo del siglo XIV preside el pueblo, desde un lugar estratégico para la defensa, variable muy a tener en cuenta en tiempos pasado. Las iglesias de San Lorenzo y Santa María, de finales del XV y comienzos del XVI, son otras de las construcciones históricas de un municipio casi despoblado, pero con un encanto y valor incalculable.

Por si todo esto resultase insuficiente, el pueblo cuenta también con zonas arqueológicas, donde se han encontrado huellas de dinosaurios. No obstante, quizá lo que más orgullosos hace sentir a los yangüeses es ser parte del Quijote. En su obra, Cervantes quiso dejar constancia de aquel pueblo, famoso por su posición privilegiada como decisor del paso comercial. Un variable más que hace de esta localidad soriana, que año tras año pierde población, un posible destino para huir de la fulgurante y encarecida ciudad.