El Gobierno de coalición sigue obcecado en su idea de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2024. La responsabilidad de guiar este proceso recae sobre los hombros de María Jesús Montero, revalidada ministra de Hacienda y Función Pública y vicepresidenta cuarta desde hace pocas horas. El discurso, de igual manera que antes de certificarse la investidura de Pedro Sánchez, continúa siendo optimista y la encargada de las cuentas confía en tener un texto aprobado antes de que finalice el primer trimestre del próximo año.  

“Espero que la tramitación vaya lo más rápido posible para que en el primer trimestre del año que viene podamos contar ya con unas cuentas aprobadas”, ha revelado Montero este jueves en una entrevista concedida a TVE. La líder de la cartera de Hacienda prevé contar con los mismos apoyos que han hecho posible la reelección de Sánchez como presidente, dado que el contenido de los PGE ha sido también parte importante de la negociación entre los partidos independentistas y el PSOE.

Formó parte de las conversaciones que se tenían que ir aprobando sucesivamente las cuentas y concretamente las de 2024”, ha trasladado la vicepresidenta. No obstante, ha aclarado que aún falta mucho camino para llegar a ese punto. Previamente es necesario que cada Ministerio remita a Hacienda las partidas que quieren que se contemplen en las cuentas, aspecto vital ahora que se han diseñado nuevas carteras. Posteriormente, se pasará a hablar con los grupos parlamentarios para que estos “certifiquen que se cumplen los compromisos que los acuerdos planteaban que se tenían que reflejar”.

Por el momento, este jueves el Boletín Oficial del Estado ha publicado la Orden Ministerial que desencadena el proceso. “Primero requiere que cada departamento estudie sus prioridades y sea capaz de incorporar a nuestra base de datos las partidas con las que quiere contar el año que viene y después el Ministerio de Hacienda tiene que hacer el trabajo realmente intenso de poder determinar cuales son de todos esos elementos los que van a marcar las líneas presupuestarias”, ha detallado.

“Estamos justo en ese momento”, ha explicado, emplazando a un futuro no muy lejano el contacto con los grupos parlamentarios para asegurar que "la tramitación va a ser correcta”. “Ya vendrá luego”, ha resumido Montero. De superarse todos estos escollos como se prevé, sin aparente problema, llegará el momento crítico. El Gobierno debe informar del techo de gasto tanto al Consejo de Política Fiscal como a las diferentes Cámaras, no contando con mayoría en una de ellas. El Senado está en manos del PP y esto podría impedir que los PGE vean la luz en el tiempo esperado.

El veto del Senado a los PGE puede levantarse posteriormente en el Congreso de los Diputados, pero es muy probable que estos no puedan contar con un nuevo techo de gasto si el PP decide ejercer su poder en la Cámara Alta. No obstante, la titular de Hacienda se ha mostrado confiada y con ganas de trabajar, esbozando el visto bueno que ha dado Bruselas al Plan español y que solo otros seis estados de todos los que comparten el euro como moneda han conseguido. Países como Alemania, Francia e Italia "sí han encontrado algún inconveniente por parte de la Unión Europea", ha destacado.

Crecer en vez de recortar

La llegada del nuevo año traerá aparejada también la recuperación de las reglas fiscales de Bruselas. Se acabaron los años de tregua por la pandemia y las guerras en los que la Comisión Europea había permitido a los Estados gastar, obviando el endeudamiento y priorizando a la ciudadanía. Los objetivos de déficit y deuda pública vuelven a ser la regla europea y España no es una excepción. El país lleva un ritmo fulgurante en su reducción y ha llegado a adelantar su cumplimiento un año, pero debe continuar en esta senda.

El cometido puede alcanzarse de diversas maneras, como de sobra conoce el Gobierno de coalición. El habitual recorte de servicios públicos y prestaciones como las pensiones, unido a la subida de impuestos, al que la derecha española sometió a la población durante años no es una opción. Por el contrario, el Ejecutivo quiere seguir manteniendo un fuerte crecimiento económico capaz de “absorber” las dos variables.

"El Gobierno ha cumplido escrupulosamente durante los años previos, a pesar de las pandemias, a pesar de la guerra y de todas las incidencias que hemos tenido, ha habido un comportamiento ejemplar por parte de las finanzas públicas, que permiten que para el año que viene estemos en el entorno del 3% y que haya sido España de los pocos países que sin problema ha pasado el filtro de Bruselas respecto a cómo se van a formular las cuentas públicas", ha destacado Montero, evidenciando que la fórmula ya ha funcionado durante estos años.