Los expresidentes de Caja Madrid, Miguel Blesa (dcha) y Rodrigo Rato. EFE/Archivo Los expresidentes de Caja Madrid, Miguel Blesa (dcha) y Rodrigo Rato. EFE/Archivo



Los escándalos de Caja Madrid vuelven por Navidad. Según una denuncia del FROB enviada a la Fiscalía, Rodrigo Rato, Miguel Blesa y un grupo de altos directivos elegidos por ellos cobraron 14,8 millones de forma irregular entre 2007 y 2010. Semejante cantidad la obtuvieron a base de subidas salariales injustificadas, retribuciones variables que no estaban relacionadas con el cumplimiento de objetivos, planes de pensiones ocultos a Hacienda e indemnizaciones por despido excesivas.

En el expediente que el FROB ha enviado a la Fiscalía se estima que el perjuicio para la entidad ha sido de 14,8 millones de euros y las presuntas irregularidades se inscriben únicamente al periodo que va de 2007 a 2010, según informa ElConfidencial, y las cantidades se sumarían a las del escándalo de las tarjetas black.

Estudio independiente
El descubrimiento se da después de que el FROB encargara un estudio a terceros independientes para investigar posibles responsabilidades de sus directivos. La etapa investigada corresponde principalmente a Miguel Blesa, al que Rato sustituyó en enero de 2010.

Subida salarial
El primer abuso fue la subida salarial que la alta dirección se aplicó en 2008, “significativamente mayor que la debida” y que en algunos casos llegó a superar el 26%. Lo que supuso que llegasen a percibir de forma indebida algo más de 2 millones sólo en salario fijo. Pero lo peor es que la trampa que usaron para la subida salarial también les beneficio a la hora de calcular sus indemnizaciones por despido.

Planes de pensiones
Aunque lo más polémico quizá sean las aportaciones a los planes de pensiones a los directivos, donde Caja Madrid realizaba una argucia para eludir la hacienda pública. Sustituía la parte de la aportación que superaba la franja máxima deducible en la declaración de la renta por una gratificación extraordinaria. "Dicha gratificación, además, se elevaba al bruto, para que una vez practicadas las correspondientes retenciones, se evitara el impacto fiscal a sus perceptores", según el comunicado del FROB Esta práctica supuso una pérdida de 1,84 millones a la entidad.

Indemnizaciones
Por último, señala los pagos por la extinción de contrato de varios altos directivos, a los que se les daban indemnizaciones, bonus o pactos de no concurrencia. El FROB no entra en detalles sobre estas prácticas, pero sí señala que se produjeron entre 2009 y 2010 y que supusieron un daño de 9,1 millones de euros. Es justo la época en la que se produjo el cambio de Blesa a Rato, y el primero cobró 2,7 millones como indemnización.