El tensionamiento del mercado inmobiliarios es uno de los principales problemas, sino el primero, que sufren diariamente millones de familias trabajadoras. El conjunto del país ha experimentado un encarecimiento de los alquileres y un endurecimiento de las condiciones hipotecarias que imposibilitan una compra cada vez más costosa; sin embargo, la heterogeneidad del territorio eleva a determinadas ciudades al punto de ser inhabitables. Uno de los casos más obscenos, por su senda alcista y por la inacción de sus mandatarios, es el de la Comunidad de Madrid, con el foco depositado principalmente en la capital.

Madrid es un oasis para los ricos y así lo recoge el último informe de Barnes Global Property Handbook, que analiza las tendencias del mercado inmobiliario de lujo y establece un ranking de las ciudades favoritas por las rentas más altas para adquirir vivienda. Madrid, con sus inexistentes impuestos y la transformación de barrios en resort gentrificados para clases altas, ocupa el cuarto lugar entre las ciudades preferidas por los ricos para comprar casas en todo el mundo. Tan solo tres ciudades se sitúan por delante: Dubái ocupa el primer escalón del pódium, seguida de Miami y Nueva York, que se llevan la plata y el bronce, respectivamente.

La capital española ha escalado cinco puestos en tan solo un año y, según explica el director general de Barnes en Madrid, se debe al aumento de entre el 9% y el 13% en los precios de la vivienda residencial de alto postín durante 2023. “Sigue siendo muy atractiva para los inversores si la comparamos con otras del ranking, como París, donde ha habido una bajada de los precios del 6%, y Londres, que ha registrado una caída de transacciones importante”, relata Alvise Da Mosto. “Hay muchas firmas de capital riesgo y bancos de inversión que no estaban presente en la ciudad y que ahora sí que lo están”, añade.

Madrid es una jungla inexpugnable para jóvenes, familias trabajadoras e inmigrantes, relata en contraposición otro estudio. El precio de la vivienda en toda la Comunidad se ha incrementado un 12,8% en enero, en comparación con el mismo mes de 2023. Los datos del portal inmobiliario Fotocasa sitúan al territorio presidido por Isabel Díaz Ayuso como el que alberga el precio más alto del alquiler. Además, es la segunda autonomía que experimenta el mayor incremento interanual, tan solo por debajo de Baleares, y tan solo en el último mes ha crecido un 1,4%.

España tiene “un problema de país gravísimo” con la vivienda y los más damnificados son los jóvenes y los inmigrantes, para los que el consejero delegado de Aedas Homes, David Martínez, prevé “situaciones dramáticas” en aquellas ciudades donde el mercado está más tensionado. El experto inmobiliario ve “muy difícil” que los precios bajen y ha anticipado que “o le damos una solución a las generaciones que vienen o descapitalizamos el país”. Martínez va más allá y pone el foco en Madrid, donde la imposibilidad para jóvenes e inmigrantes para alquilar pisos les empuja al alquiler de habitaciones como única alternativa.

De hecho, el consejero delegado ha advertido que la dinámica inmobiliaria podría dejar una imagen lamentable como es la de las camas calientes. Los trabajadores más precarios y las clases más humildes podrían llegar a verse obligadas en ciudades como la capital a dormir por turnos en infraestructuras inmundas y vergonzosas, como sucede en otras partes del mundo. Una imagen bochornosa que creemos lejos, pero a la que nos acercamos poco a poco con los pisos colmena, los alquileres compartidos por cinco o más personas y los desahucios continuados en favor de la vivienda de lujo y vacacional.

Múltiples ciudades españolas están amenazadas por esta situación, pero son tres comunidades concretas las que presentan un serio problema. Las regiones más caras para vivir de alquiler son Baleares (16,69 euros por metro cuadrado), Madrid (15,64 euros por metro cuadrado) y Cataluña (12,61 euros por metro cuadrado), lugares donde los trabajadores no pueden alejarse más de los centros urbanos para encontrar un alquiler que no suponga más del 30% de su renta.

Los precios del alquiler seguirán creciendo de forma acelerada, según la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV), y lo harán, en media nacional, en ritmos cercanos al 10%, debido a la escasez general de oferta. De entre todas las regiones, las mayores problemáticas se vivirán en Madrid y Palma de Mallorca.

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