“La cultura inversora y la cultura aseguradora están poco arraigadas en España, por lo que es conveniente ahondar en los esfuerzos para mejorar la educación financiera en estos ámbitos”, resume el estudio conjunto de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y del Banco de España. “Las conclusiones obtenidas a partir de los resultados de la ECF hacen posible identificar una serie de colectivos prioritarios a la hora de orientar la próxima estrategia del Plan de Educación Financiera, tales como las personas de entre 18 y 34 años de edad, los mayores de 65, las personas con rentas inferiores a 14.500 euros anuales o las personas que únicamente hayan cursado educación primaria, entre otros”, añade.

La Encuesta de Competencias Financieras (ECF), enmarcada dentro del Plan de Educación Financiera, mide el conocimiento y la comprensión de conceptos financieros de la población española de entre 18 y 79 años, así como la tenencia y el uso de distintos vehículos de ahorro, deuda y asegura­miento, a través de una muestra de 8.952 entrevistas realizadas en todas las autonomías.

La Encuesta indica que el nivel de conocimientos financieros varía con la edad y que los individuos entre 45 y 64 años son quienes registran el mayor porcentaje de respuestas correctas. También hay diferencias en cuanto al nivel de cultura financiera entre las comunidades autónomas, siendo Aragón la que más destaca, para bien. “Parte de las diferencias observadas entre comunidades autónomas puede estar asociada a la distinta composición demográfica y al distinto nivel educativo, variables que se relacionan con el nivel de conocimientos financieros”, indica la ECF.

En otro orden de cuestiones, se constata que casi toda la población dispone de una cuenta corriente -el 97% de los individuos encuestados- y que el modo más frecuente de ahorro es la cuenta de ahorro –que tienen 1 de cada 4 encuestados (el 26%)-, seguido de los planes de pensiones, que poseen 1 de cada 5 individuos de entre 18 y 79 años.

El resto de los activos financieros es menos frecuentado por la muestra encuestada, ya que sólo el 13% invierte en acciones o fondos de inversión, porcentaje que se reduce al 1% en el caso de la renta fija. Quienes invierten en acciones y fondos suelen ser, mayoritariamente, individuos con “una renta superior a 26.000 euros -aproximadamente el tercio de la población con un nivel de renta más elevado-“.

Además, el 30% de los encuestados dispone de un seguro de vida, y el 21%, de un seguro médico. “El porcentaje que cuenta con un seguro de vida alcanza el 45% entre los 35 y 54 años, y su tenencia aumenta con la renta y el nivel educativo. Por su parte, el hecho de tener seguro médico aumenta de modo acusado con el nivel educativo y la renta del hogar”, precisa la Encuesta.

El 41% de la población tiene alguna deuda –incluyendo hipotecas y préstamos personales- y el colectivo que más se endeuda –en concreto, el 63%- es el que tiene ente 35 y 44 años. La proporción de personas endeudadas aumenta con su nivel de educación y con la renta de su hogar, y en torno al 20% de los distintos de grupo de renta o educación tiene un préstamo personal.

En todo caso, el minoritario colectivo que invierte en activos financieros en España lo hace en mayor cuantía que la media de la Unión Europea (UE) y de forma creciente, según otro estudio hecho público por la CNMV en su último Boletín Trimestral. El trabajo `Análisis de las decisiones de ahorro e inversión de los hogares españoles´, realizado por Maria Isabel Cambón Murcia –del departamento de Estudios y Estadísticas de la CNMV-, señala que “el  porcentaje de hogares que invierte en bolsa y en fondos de inversión se ha incrementado, destacando el fuerte aumento del valor mediano de la inversión en acciones cotizadas en bolsa -desde 6.800 euros por hogar hasta 11.200- y en fondos de inversión -desde 10.400 euros hasta 39.300-“. Estos dos importes, “están por enci­ma de los de la zona del euro, donde la inversión mediana en acciones cotiza­das es de 7.000 euros y la de fondos de inversión asciende a 12.300 euros”, indica el trabajo.

En línea con la ECF del Banco de España y la propia CNMV, el trabajo citado explica que “el incre­mento de la inversión en acciones y en renta fija solo es significativo en los percentiles de renta y riqueza más altos y también en los tramos de edad supe­riores, mientras que en los fondos de inversión el aumento se observa en todo tipo de estratos de los hogares”.