Rosell no ve la sociedad preparada para el despido libre, pero lo anuncia. EFE
Juan Rosell ha arrasado en la recogida de avales para las elecciones a la presidencia de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) que se celebrarán el próximo miércoles 17 de diciembre. Fuentes de la patronal indican a ELPLURAL.COM que Rosell habría obtenido 306 avales procedentes de 72 organizaciones. Once veces más que su único competidor, el vasco Antonio Garamendi.
306 vs. 27 avales
En concreto, Garamendi tan sólo habría conseguido hacerse con 27 avales, procedentes únicamente de 6 organizaciones. Datos que contrastan con el apoyo casi unánime mostrado hacía Rosell- el candidato preferido por el Gobierno de España, los partidos constitucionalistas, y los actores sociales en base al papel de mediador que puede jugar en el conflicto entre Cataluña y el estado español-, que ha sido avalado por el 40 % de los electores con derecho a voto en las próximas elecciones
Respaldo mayoritario
Entre las organizaciones sectoriales que han avalado a Rosell destacan las del automóvil (Anfac, Faconauto y Sercobe), la de la distribución (Anged y Asedas), la de la alimentación y agricultura, la de la construcción y concesiones (Seopan), la química (Feique y Anaip), las tecnológicas (Adigital y Aest), la hostelería (Fehr y Cehat), la enseñanza, los servicios, las finanzas, y otros sectores industriales. Rosell también ha conseguido el respaldo mayoritario de las organizaciones de comunidades autónomas.
Aumenta sus apoyos
Con estos datos, Rosell se perfila claramente como el candidato favorito a hacerse con la presidencia de la CEOE hasta 2018. De hecho, supera el respaldo que en número de avales obtuvo en las últimas elecciones de la patronal -donde consiguió 241 avales procedentes de 62 organizaciones-.
Modernizando la CEOE
Fuentes empresariales explican que el origen de este apoyo a la candidatura de Juan Rosell podría residir en los esfuerzos que el empresario catalán ha realizado en los últimos años para modernizar la CEOE, haciéndola más transparente -a través de la aprobación del Código Ético- y racionalizando su estructura y funcionamiento.
