Jordi Sevilla, senior advisor de Contexto Económico en Llorente y Cuenca, lanza un mensaje de alerta a la sociedad: "Esto no va bien". "Lo que se esperaba que fuera una recuperación sólida a lo largo del año amenaza con ralentizarse y deshincharse también”, advierte el analista económico. 

“La virulencia de la tercera ola de la pandemia está superando el peor de los escenarios previstos, haciendo muy probable incluso un nuevo confinamiento domiciliario” -avanza el experto- “Los incompresibles retrasos en la administración de la vacuna pospone al menos unas semanas el fin previsto de la pandemia”.

El analista de Llorente y Cuenca no solo culpa a la tercera ola de la pandemia, sino que también menciona los estragos del temporal Filomena: "La mayor tormenta de nieve en décadas, seguida de una gran ola de frío, han dejado bloqueado durante días una parte importante del territorio nacional, incluyendo la ciudad de Madrid”. 

Más cerca del crecimiento del 5% que del 7%

“Con todo ello, es previsible que este primer trimestre del año sea plano o incluso negativo en crecimiento intertrimestral, empujando hacia abajo la previsión para todo el año y acercándola más al 5% previsto de la OCDE que a ese entorno del 7% del que habla ahora la vicepresidenta económica, aceptando ya que va a ser muy difícil que veamos este año ese impacto positivo asociado al despliegue de los fondos europeos. No da tiempo”, alerta Sevilla. 

El experto se muestra preocupado también por la liquidez de las empresas españolas: “La cantidad de empresas que caerán en insolvencia a lo largo del año, empujándolas al cierre o cuanto menos a despidos masivos y morosidad. 2020 acabó con 45.000 empresas menos que el año anterior y esta cifra puede quedarse corta si el Gobierno no introduce cambios importantes en su política económica". 

Para ello, el analista recomienda tomar dos medidas principales: ayudas directas, a través de los créditos ICO, y estímulos sectoriales que reactiven la actividad. 

“Las cosas están cambiando a peor en este comienzo de año y el Gobierno debe darse prisa y anticiparse para intentar paliarlo e intentar cosas nuevas ahora que todavía está financiando la mitad de su deuda a tipos negativos”, alerta Jordi Sevilla. 

“Sin que sea consuelo o excusa, se trata de un problema que compartimos con otros países europeos, cuyos Gobiernos sí están variando el ritmo en la dirección correcta. Cuidado con llegar a la parálisis por el exceso de análisis o la división interna”, culmina su informe.