El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha frenado su avance y se ha moderado en abril hasta el 8,4%, después de tocar máximos en el 9,8% en el mes de marzo, en niveles de hace 37 años. La inflación se reduce así un 0,1% con respecto al mes anterior y un 1,4% en tasa interanual por el abaratamiento de la electricidad y de los carburantes, según explica el Instituto Nacional de Estadística (INE) en los datos avanzados publicados este jueves.

De confirmarse estos datos el próximo 13 de mayo, se trata de la primera caída de la inflación después de dos meses de fuertes subidas, tal y como anticipaba la propia vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Estadística explica esta rebaja principalmente por la caída de los precios de la electricidad y las gasolinas, frente al comportamiento de los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que han registrado en abril un mayor repunte que en el mismo mes de 2021. 

El INE también incluye en el avance una estimación de la inflación subyacente, aquella que no incluye alimentos no elaborados ni productos energéticos -y la que recomiendan observar analistas y expertos-, que ha aumentado en abril un punto porcentual, hasta el 4,4%, su valor más alto desde diciembre de 1995. No obstante, la inflación subyacente sigue cuatro puntos por debajo de la tasa del IPC general, poniendo en relieve el impacto de los altos precios de la energía.

A nivel mensual, la inflación se reduce apenas una décima porcentual respecto a marzo, su primera caída tras dos meses al alza. Por otro lado, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) ha situado su tasa interanual en el 8,3%, un punto y medio por debajo de la de marzo y el indicador adelantado del IPCA ha rebajado un 0,2% su tasa mensual.

Para el Ejecutivo, la caída del IPC se trata de una "rebaja significativa" que termina con la tendencia alcista de la inflación de los últimos meses y que explica por los "primeros efectos" de las medidas aprobadas por el Gobierno para paliar el impacto económico de la guerra de Ucrania, a través de iniciativas que tenían como objetivo frenar el encarecimiento de los precios energéticos, entre ellos la luz y los carburantes, para las familias y consuumidores. 

Las previsiones de Moncloa pasan por que la inflación siga cayendo en los próximos meses, gracias al tope del precio del gas para la generación eléctrica en los 50 euros por megavatio hora pactado con Bruselas, con el apoyo de Portugal. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, ya ha avanzado que la medida pasará a la práctica para los consumidores en la factura del mes de mayo, en apenas unos días. Esta medida entrará en vigor "cuanto antes", según fuentes del Gobierno, y permitirá un abaratamiento de la factura eléctrica para los hogares y las empresas.