ING España y Portugal ha registrado en 2018 unos ingresos ordinarios de 616 millones de euros, lo que supone un incremento del 14% con respecto al año anterior y el beneficio ordinario antes de impuestos ha crecido un 44% hasta los 214 millones de euros. El banco es, a día de hoy, un banco para particulares y grandes empresas totalmente diversificado que se adapta y crece en los cambios de tendencia del mercado. En 2012 el 47% de los ingresos provenían de los depósitos de los clientes, en 2018 el 49 % de sus ingresos es de hipotecas y préstamos.

ING tiene 3,9 millones de clientes, un 6% más que el año anterior. A cierre de 2018 los depósitos de clientes alcanzaron los 35,2 mil millones de euros, un 3% más que en 2017. Los créditos a clientes ascendieron a 23,2 mil millones de euros, un 14% más. Incluso con este crecimiento, ING mantiene una de las tasas de mora más bajas del mercado, con un 0,85% en banca para particulares. Los activos fuera de balance solo se redujeron un 3% hasta los 9,7 mil millones de euros, a pesar de la caída generalizada del mercado.

 

Ingresos diversificados

Los ingresos en depósitos han alcanzado los 121 millones de euros* gracias a los 2,2 millones de Cuentas Nómina (un 10% más respecto al 2017) y de Cuentas Naranja, que suman 3 millones.
El incremento en la cuota de nueva producción de hipotecas se sitúa en el 7,4% y refleja un crecimiento de los ingresos hasta los 124 millones de euros. Préstamos cuenta con una cuota de nueva producción del 6,1%, y registra 156 millones de euros de ingresos.
Los productos de inversión de ING, centrados en ofrecer una cartera sencilla y adaptada a cada perfil inversor, han tenido unos ingresos de 68 millones de euros.
La banca corporativa sigue registrando unos ingresos en línea con años anteriores llegando a los 148 millones de euros, afianzando así su papel pionero en financiación sostenible a través de operaciones como la emisión del segundo bono sostenible de la Comunidad de Madrid o el de EDP, primer bono verde en Portugal.

Beneficio en alza

El crecimiento en los ingresos está reflejado en el incremento del 25% del margen neto ordinario hasta los 281 millones de euros, a pesar de que los gastos ordinarios han aumentado un 7%, hasta los 335 millones de euros, principalmente por los costes regulatorios del fondo de garantía de depósitos holandés. No obstante, gracias al control de los gastos operativos, ING tiene un ratio de eficiencia del 54%.
Como resultado, la entidad registró un beneficio ordinario antes de impuestos de 214 millones de euros, un 44% más que el año anterior. Asimismo, destaca un ROE del 13,1%.