La aplicación del impuesto a los envases plásticos no reutilizables, según está planteado en el Proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados, sin repercusión jurídica, puede suponer el cese de actividad para el 95% de las empresas fabricantes de envases y embalajes de plástico, según los datos del estudio el 'Impuesto sobre los envases y embalajes plásticos: impacto sobre el sector de fabricantes de la no repercusión jurídica del impuesto', elaborado para EsPlásticos.

De hecho, el estudio pone de manifiesto la problemática que deriva de la falta de repercusión jurídica, figura contemplada en la mayoría de los impuestos de esta índole. Según el sector, la inexistencia de esta figura jurídica no garantiza a los fabricantes de envases y embalajes la traslación real del coste a sus clientes. Es decir, se trata de un sector formado en su práctica totalidad por pymes y micropymes (99%), que trabajan con contratos de largo plazo y con bajo poder de negociación para repercutir los costes del impuesto.

Luis Cediel, portavoz de EsPlásticos, explica que, la repercusión jurídica del impuesto hacia los siguientes agentes de la cadena de valor permitiría conseguir mayor trazabilidad en su aplicación, y evitaría poner en riesgo de desaparición de las empresas transformadoras de envases y embalajes. Con el tipo impositivo de 0,45 euros por kilogramo de plástico no reciclado en envases no reutilizables se recaudarían 982 millones de euros, es decir, un 41% superior al Excedente Bruto de Explotación (EBE) del sector.

Por otro lado, el informe señala que, si las empresas del sector cesaran su actividad a consecuencia del impuesto, las pérdidas en recaudación superarían los 2.000 millones de euros, es decir, 2,1 veces más que la recaudación prevista por el nuevo impuesto. El sector considera, además, que, si la ley recogiese la posibilidad de repercutir el impuesto a las siguientes empresas en la cadena de valor, estas podrían asumirlo sin un efecto significativo sobre su cuenta de resultados y, por lo tanto, tampoco en el empleo ni la recaudación fiscal. Es decir, la potencial quiebra de las empresas del sector podría llevar asociada la destrucción de más del 78% de la actividad económica y del empleo asociado.

En términos de empleo se traduciría en una destrucción de 99.340 puestos de trabajo, de los 126.675 que están vinculados al sector de envases y embalajes plásticos. Esto afectaría a 8.554 empresas en total, impactando financieramente en el bienestar de 271.545 personas. Esto supone que la contribución al PIB del sector, presente especialmente en Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco, Castilla y León, La Rioja y Navarra, se reduciría 0,6 puntos porcentuales, es decir, del 0,7% al 0,1%.