Este martes El Confidencial publicó conjuntamente con Moncloa.com que Iberdrolasegunda firma más grande del Ibex 35, recurrió a los servicios clandestinos del comisario retirado José Manuel Villarejo de forma recurrente. Este miércoles desvelan que no solo contrató al excomisario para desbloquear proyectos millonarios, sino también para espiar a la competencia.

Concretamente, la compañía eléctrica encargó a Villarejo en 2004 que recabara información sensible sobre Manuel Pizarro, presidente de Endesa, su principal competidora del sector.

Según un documento, el jefe de Seguridad de la empres de Ignacio Sánchez Galán, Antonio Asenjo, fue quien realizó el encargo en una cita que tuvo lugar el 2 de septiembre de 2004.

“A requerimiento de AS [el nombre en clave que dio Villarejo a Antonio Asenjo], que actúa en nombre y representación de (CLIENTE -K-) [Iberdrola], personal de este GABINETE DE INVESTIGACIÓN y ANÁLISIS (GIA) se ha desplazado a diferentes lugares, contactado con numerosas personas y consultado determinados bancos de datos, a fin de recabar la información precisa para valorar si el proyecto encomendado (a partir de ahora BB - BlackBoard) pueda conseguirse con los procedimientos concertados y los plazos previstos de ejecución”, reza el documento.

Asenjo dejó negro sobre blanco que recabar información sensible sobre Pizarro era una prioridad para Iberdrola: “El trabajo se realiza fundamentalmente con el fin de que se pueda disponer de medios y elementos necesarios para defenderse de los presumibles ataques que a corto, medio plazo, va a continuar realizando BB, especialmente tanto a la situación de la que K disfruta en el sector como singularmente en la toma de decisiones, entorno personal y contactos del CONSEJERO DELEGADO (CD)”.

En concreto, a Galán le interesaba espiar a Pizarro para conocer su relación con el PSOE de Andalucía. “Ese cromo… Lo necesitan los de arriba para… Para intercambiar”, afirma tajante el directivo. En otro de los cortes, Asenjo insiste de nuevo al presunto cabecilla de Tándem: “Es importante para nosotros… El tema de Endesa”.

El proyecto se denominó BlackBoard. Desembocó en un informe de unas 20 páginas en las que Villarejo disecciona la vida privada de Pizarro, la identidad y datos de sus familiares, sus años anteriores como por ejemplo en la Bolsa de Madrid, sus contactos laborales, sus vínculos con José María Aznar…

Sin embargo, el excomisario no encontró nada y tan solo llegó a realizar elucubraciones: “La hipótesis más viable (que se refuerza con alguno de los testimonios ya recogidos), es que su participación en sociedades durante el periodo de bolsa se haya realizado a través de testaferros. La localización de estas sociedades, las personas interpuestas en las mismas, la acreditación de la relación existente entre ambas y la verificación de existencia de actividades de dudosa actividad constituyen el objetivo principal de este proyecto”, apunta el informe.

“Al tratarse de un objetivo MUY SENSIBLE, han de extremarse las medidas de obtención de información, de transmisión y de posterior utilización de la misma, a fin de evitar dañar los intereses de K [Iberdrola], con especial atención a evitar la detección de las investigaciones en curso”, reconoce inmediatamente después.

Iberdrola ha evitado pronunciarse hasta el momento y ha rehusado hacer comentarios a ElPlural.com.