Heineken España, perteneciente al gigante cervecero internacional que lleva el mismo nombre, ha comunicado que, si el paro de los trasportistas continúa, “se verá imposibilitada a servir sus productos a las superficies comerciales, bares y restaurantes”. A través de un comunicado, la empresa ha transmitido “su gran preocupación” por el paro de transportes, que está suponiendo un fuerte impacto en las operaciones de la compañía y en las relaciones comerciales que esta mantiene con la hostelería y las superficies comerciales.
Para solventar esta situación, Heineken ha pedido auxilio a las Administraciones Públicas “para que se garantice la libertad de movimientos de los transportistas que quieren seguir trabajando, respetando el derecho de aquellos que han decidido adherirse al paro de forma voluntaria". Además, la empresa ha hecho referencia a la imposibilidad que está teniendo a la hora de abastecerse de materias primas “debido a los violentos piquetes que impiden las normales operaciones de la compañía”.
La división española de la compañía, con sede social en Sevilla, es propietaria de las marcas Heineken, Cruzcampo, Amstel y El Águila, entre otras muchas. Además, también se encarga de la distribución de marcas internacionales como Guinness y Paulaner. Si la empresa, productora y distribuidora de más de 10 millones de hectolitros anuales, se viese obligada a parar, el suministro de todos sus productos dejaría de estar garantizado, lo que afectaría al tejido hostelero e industrial y a los consumidores. A esto hay que añadir los casi 1.500 trabajadores que trabajan en las diferentes fábricas y cuya situación no sabemos en que punto se encuentra.
Finalmente, la empresa ha finalizado su comunicado recalcando que seguirá trabajando intensamente con las autoridades correspondientes y con diversas asociaciones para poder mantener su actividad y garantizar el suministro. Ha añadido que confía en que el final de este paro del transporte llegue pronto para que, todos aquellos que están sufriendo sus consecuencias, puedan recuperarse, acordándose “por supuesto” de los consumidores.
