La Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID) ha reclamado al Gobierno "ayudas reales" para paliar la actual situación del sector, golpeado por las necesarias medidas adoptadas como consecuencia de la pandemia. 

En concreto, la patronal ha hecho este llamamiento al Gobierno trasladando que, pese a realizar una actividad esencial para la salud de las personas, continúa tributando al 21% - cuando piden tributar al 10%- y mira con escepticismo a los fondos europeos debido a que, para su concesión es necesaria una importante inversión previa, difícil de asumir para muchos de sus asociados. 

El sector ha rebajado sus ventas en un 35% respecto a 2019. Recientemente la FNEID ha presentado una demanda colectiva a la que se han sumado más de 300 instalaciones deportivas españolas, por la que reclaman al Gobierno y las comunidades autónomas los daños y perjuicios sufridos por el impacto de las medidas implementadas por las Administraciones Públicas frente al Covid-19. "Somos un sector esencial, reconocido recientemente como tal por el propio Congreso de los Diputados porque prestamos un servicio que mejora la salud de las personas y previene las enfermedades, evitando miles de millones en gastos sanitarios. Solicitamos al Gobierno, con competencia plena para modificar esta imposición tributaria desmedida, solventar esta grave incoherencia y que el ejercicio físico deje de considerarse una actividad de lujo imputada" ha reclamado el presidente de FNEID, Adolfo Ruiz Valdivieso.

De hecho Ruiz Valdivieso ha señalado a otros sectores como los objetos de arte o discotecas y cines, a los que se les "ha escuchado y tenido en cuenta". EN estos momentos, el sector del fitness se encuentra en un momento crítico con pérdidas de facturación del 64% en el primer trimestre del año, lo que significa que el 44% de las empresas se verán abocadas al cierre.

Además hay que tener en cuenta que en España, este sector da trabajo a más de 219.000 profesionales en los más de 4.700 centros deportivos existentes a los que regularmente acudían más de 5,5 millones de personas en el periodo pre-pandemia. Entre los trabajadores, se incluían los perfiles más vulnerables en el mercado laboral, como los jóvenes, doblando en porcentaje al de la media nacional: un 56% era empleo joven y un 50% empleo femenino.