El Banco Central Europeo (BCE) tenía un objetivo claro cuando comenzó a disparar los tipos de interés. El supervisor único pretendía que la solicitud de crédito cayese y así ha sido. La firma de hipotecas en España se desplomó en 2023 un 17,8% después de encadenar dos años de crecimiento. Con las hipotecas inaccesibles, el número de compraventas sobre viviendas también se ha visto mermado, rebajando su media anual un 9,7%. El ascenso del precio del dinero dio la capacidad a los bancos de endurecer las condiciones crediticias, lo que les ha reportado beneficios récord.

Mientras, miles de familias han sufrido las subidas desmedidas de sus hipotecas variables cuando llegaba el temido momento de la revisión. Los hogares han llegado a sufrir cientos de euros de incremento en sus cuotas, aupadas por un Euríbor que ha marcado valores que no se registraban desde hacía décadas. Después de un año negro en estos términos, 2024 llega con la esperanza del alivio de los tipos de interés y con un Euríbor que ya comienza a bajar a la espera de que este momento llegue, fruto de la competencia que las entidades bancarias han activado de nuevo.

No obstante, los efectos de la política restrictiva del BCE han dejado datos reseñables. El total de hipotecas constituidas el pasado año ascendió hasta los 381.360, lejos de los 463.614 de 2022 (-17,8%). Además, el capital prestado para su constitución cayó un 19,4% en comparación con el año anterior, situándose en los 54.209,6 millones de euros. Con todo, el importe medio de las hipotecas se situó en los 142.074 euros, lo que representa un descenso interanual del 2%, la menor rebaja entre indicadores.

Atendiendo al total de fincas, la firma de hipotecas se desplomó en todas las variables, dejando el total en 497.224 (-18,3%), con un capital prestado de 82.359,8 millones (-14,5%) y un importe medio que creció un 4,6% (165.639 euros). Las fincas rústicas sufrieron más el golpe que las urbanas, pero ambas se redujeron un 19,5% y un 18,3%, respectivamente. De igual manera, el capital prestado bajó en ambas modalidades y el importe medio de los préstamos ascendió en las urbanas (4,8%) y se redujo levemente en las rústicas (-1,4%).

De la mano de la caída de los préstamos hipotecarios solicitados, la transmisión de propiedades también se pegó un batacazo en el pasado curso. La compraventa de viviendas descendió un 9,7%, situándose en las 586.913 operaciones. Además, sumando aquellas propiedades rústicas y de otra índole distinta a la vivienda, el número total de transmisiones se redujo un 8,3%, hasta marcar el 1.144.437 de operaciones. De entre tantas, las fincas que mejor resisten son las de carácter rústico, que aminoran un 5,9% su número de transacciones.

Según el régimen de protección y el estado de las viviendas, la suma de inmuebles libres se redujo en un 9,5%, mientras que las protegidas lo hicieron en un 12,1%. En otro sentido, el número de operaciones sobre viviendas nuevas disminuyó un 4,8% y el de usadas un 10,8%.

Las hipotecas caen en toda España y las compraventas se refugian en Asturias

La imposibilidad de acceder a préstamos hipotecarios con buenas condiciones y la menor remuneración de los ahorros ha golpeado a todo el país. Así, en todas las Comunidades Autónomas se han registrado caídas en la firma de hipotecas. No obstante, siete comunidades autónomas han reducido sus cifras menos que la media. Canarias y Castilla – La Mancha son las que menos han sufrido el golpe, con una merma del 9,9%. A estas, aún mejor que la media, le siguen Navarra (12%), Andalucía (-14,4%), Castilla y León (-15,9%), Principado de Asturias (-16,3%) y País Vasco (-16,9%).

En sentido opuesto, La Rioja es la que ha sufrido el mayor golpe, con un desplome del 36,1%. A mucha distancia, pero también por encima de la media, el vagón de cola lo cierran Galicia (-21,9%), Baleares (-21,5%), Cantabria (-20,9%) y Comunidad de Madrid (-20,5%). La distribución es muy similar en lo que a compraventas se refiere. Baleares es el territorio en la que más han caído las transacciones (-19,9%), seguida de La Rioja (-18%) y Madrid (-16%). Cinco territorios más se encuentran por debajo de la media.

Otras nueve comunidades autónomas marcan datos que mejoran la caída media (-9,7%), pero entre todos destaca el Principado de Asturias como única región en la que la compraventa de viviendas ha crecido, un 5,6% concretamente. La segunda mejor colocada, Castilla y León (-3%), ya registra datos negativos y se ubica por delante de Castilla – La Mancha y Comunidad Valenciana (ambas -3,9%) y Navarra (-4,1%).