El Euríbor, principal indicador al que se referencian las hipotecas a tipo variable, mantiene su ascenso y cerrará mayo en su cifra a 12 meses por encima del 3,8%. Si bien el indicador ha frenado su avance meteórico, continúa elevando su valor, ocho décimas ya desde que comenzó el año. El Euríbor roza ya valores medios cercanos al 4% y en sus valores diarios ha llegado a alcanzar el 3,982%, recordando a los momentos previos antes de que la burbuja inmobiliaria explotase. Esta es una mala noticia para las familias con hipotecas a tipo variable que se enfrenten a una revisión próxima, ya que podría ver elevada su cuota mensual casi 300 euros.

El precursor de esta progresión no es otro que el Banco Central Europeo (BCE) que con sus continúas subidas de los tipos de interés, a las que está ligado el Euríbor, ha situado el precio del dinero en el 3,75%. El próximo 16 de junio el consejo directivo del organismo volverá a reunirse para tomar una decisión que, si se repite la subida de 25 puntos básicos aprobada en mayo, elevará los tipos al 4% y, como consecuencia, tirará del Euríbor hacia arriba. El BCE y sus máximos dirigentes ya han anunciado que no tienen intención de frenar este rally alcista hasta que se cumpla el objetivo de acercar la inflación de la zona euro al 2%.

Hipotecas disparadas

La nueva subida del Euríbor afectará directamente a todas las hipotecas variables que se enfrente a una revisión de sus condiciones próximamente, pero también a aquellas de nueva constitución. De hecho, aunque las hipotecas fijas ya constituidas no se verán afectadas, aquellas personas que quieran solicitar un préstamo hipotecario verán como el tipo fijo, situado siempre por encima del variable, alcanza valores cercanos al 4%, un desincentivo para acceder al mercado inmobiliario en estos momentos.

El tipo de interés medio para las hipotecas a tipo fijo firmadas en marzo, momento en el que el Euríbor se situaba en el 3,64%, ascendía hasta el 3,15%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Con el incremento del Euríbor en abril y mayo, el tipo de interés fijo para hipotecas de nueva constitución será varias décimas más elevado, encareciendo aún más el préstamo. Por este motivo, la firma de hipotecas lleva cayendo desde febrero, rompiendo la racha positiva que encadenaba.

No obstante, la situación se presenta más dramática para las familias que cuentan con una hipoteca variable y estén a la espera de una revisión próxima. Atendiendo a una hipoteca de 150.000 euros a 30 años con un diferencial del 0,99%, la letra mensual parará de los 500 euros a los 790 euros, lo que supone un incremento mensual de 290 euros en la cuota. Un aumento que al año supondrá una diferencia de 3.480 euros. Más sangrante será el incremento para hipotecas de 200.000 euros, donde se alcanzarán alzas de 400 euros al mes.

El encarecimiento es menor que el que sufrieron las hipotecas que revisaron su valor en los dos meses anteriores porque, pese a que el Euríbor no ha parado su escalada, la diferencia con el mismo mes del pasado año es menor. Las revisiones en los cuatro meses anteriores fueron de más de 3,8 puntos porcentuales no solo por el encarecimiento del Euríbor, sino por la comparativa con los mismos meses de 2022, cuando la tasa estaba en niveles negativos o prácticamente cero para el mes de abril. En cambio, en mayo de 2022 el Euríbor estaba situado en el 0,287%, por lo que el alza respecto a entonces es de 3,58 puntos porcentuales.

El rally alcista del BCE sigue amenazando

El rally alcista de la institución europea no cesa y los máximos dirigentes ya han dejado caer que no lo hará en la próxima ocasión dado que la inflación sigue elevada. La última subida de mayo fue de 25 puntos básicos, reduciendo a la mitad el valor de las igual que las tres anteriores, que fueron de 50 puntos básicos, y lejos de los incrementos iniciales de 75 puntos- Así, el tipo de interés para las operaciones de refinanciación se situará en el 3,75%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 3,25% y la de facilidad de préstamo el 4%.

Las perspectivas de inflación siguen siendo demasiado altas durante demasiado tiempo”, justificaba el BCE a principios de mayo. “La inflación general ha disminuido en los últimos meses”, reconocían, “pero las presiones subyacentes sobre los precios siguen siendo fuertes”, señalaba como principal causa de la decisión que fue tomada el cuatro de mayo. Casi un mes después, a pesar de que los índices de precios de los países y el conjunto de la eurozona siguen reduciéndose, todavía se mantienen lejos del 2% exigido por el BCE, lo que parece apuntar a que habrá un nuevo avance.