El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este martes el dato definitivo de la inflación de agosto, adelantado el pasado día 30. El Índice de Precios de Consumo (IPC) cierra el octavo mes del año en el 2,6%, emulando el mismo dato anticipado hace casi 15 días y reproduciendo la subida de tres décimas con respecto a julio. El valor armonizado, aquel al que atiende Bruselas, se mantiene en el 2,4% y mantiene a España como la economía con menor inflación de la eurozona y mayor crecimiento económico.

El IPC español continúa ubicado en el entorno del 2%, aproximándose al cumplimiento del objetivo del Banco Central Europeo (BCE), que se ha puesto de meta reducir los valores de inflación hasta ese porcentaje como requisito para frenar su política agresiva de subidas de los tipos de interés. Por su parte, la inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- ha confirmado su descenso de una décima y se sitúa en agosto en el 6,1%, pero continúa casi cuatro puntos por encima del valor general.

Entre julio y agosto, el precio de la vida muestra un incremento de medio punto (0,5%), valor positivo por séptimo mes consecutivo, a excepción del 0% de mayo. En el dato intermensual ha afectado sobre todo la tasa marcada por el Transporte (2,9%) y el avance del Ocio y la Cultura (0,9%). En sentido opuesto, El Vestido y calzado (-0,6%) y la Vivienda (-0,2%) marcan descensos entre los dos meses más calurosos del verano.

"Durante el mes de agosto la inflación se mantuvo por debajo del 3% y se moderó la de los alimentos”, ha puesto en valor Nadia Calviño. “España se consolida como la economía europea con mayor crecimiento y menor inflación, lo cual beneficia a la competitividad de nuestras empresas y también el poder adquisitivo de los salarios”, añade la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital en funciones.

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Desde el Gobierno de coalición celebran el nuevo dato confirmado por el organismo independiente de estadística. A este se suma el revelado este lunes por la Comisión Europeo, que sitúa a España como la economía con mayor crecimiento de su Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión Europea (UE). “Nuestra política económica funciona porque nos ha permitido bajar la inflación ocho puntos en el último año en un contexto inflacionario en toda Europa", ha destacado la responsable económica del Ejecutivo.

Con todo, la Comisión Europea prevé que España cierre el año 2023 con una inflación media del 3,6%, cuatro décimas menos de lo que esperaba en mayo, dato que se situaría en el 2,9% el año siguiente. El dato español confronta con el estimado para el conjunto de la UE, que se eleva hasta el 6,5%, valor que se reduce al 5,6% para los veinte que conforman la zona euro. En 2024, la situación se igualará y Bruselas prevé un 3,2% para la UE y un 2,9% para la eurozona.

La cesta de la compra frena su avance

Agosto ha sido un mes para el conjunto de los sectores, a excepción de Transporte, que ha elevado su tasa interanual seis puntos y medio, hasta el 1,2%, con respecto a julio. La Vivienda, por su parte, ha disminuido en más de tres puntos y se coloca en el -18%, caída que desde el INE atribuyen a los menores precios de la energía, en comparación con 2022. Los Hoteles, cafés y restaurantes, con una tasa del 6,4%, una décima inferior a la del mes anterior, también han influenciado negativamente al IPC.

La cesta de la compra también ha moderado su progresión en el octavo mes del año. El grupo de Alimentos y bebidas no alcohólicas ha disminuido tres décimas su valor y se sitúa en el 10,5%. Esta leve reducción ha sido propiciada por la estabilidad de la leche, queso y huevos, frente a la subida del año anterior, el descenso de los precios de las frutas y una menor subida de los precios de la carne y del pan y cereales respecto agosto de 2022. Así, aunque el dato continúa elevado, la tendencia es descendente.

El mes pasado, el IPC más bajo lo registró la carne de ave, que marca un 3%, seguida a más de un punto por el pan, que se sitúa en el 4,5%. También con valores inferiores a la media aparecen las frutas en conserva y frutos secos (4,3%), el pescado fresco y congelado (6,2%) y la carne de ovino y de vacuno, con un 6,6% y 6,8%, respectivamente. En sentido opuesto, las evoluciones más elevadas la sufren los aceites (30,9%), la carne de porcino (15,6%), las patatas y sus preparados (14,3%), la leche (14,1%) y los preparados de legumbres y hortalizas (12,3%).