Endesa espera incrementar su beneficio una media anual del 6 % en el periodo 2017-2020, en el que prevé acumular un beneficio neto de 5.900 millones, que volverá a destinar al pago de dividendos, que en 2017 será de un mínimo de 1,32 euros brutos por acción y en 2018, de 1,33.

La compañía de energía que preside Borja Prado, que destina desde hace dos años el 100 % de su beneficio a dividendos, ha presentado la actualización de su plan estratégico para el periodo un día después de que ayer lo hiciera su matriz, la italiana Enel, que posee un 70 % de Endesa. En el nuevo plan también se contempla un crecimiento del 4 % anual del resultado bruto de explotación (ebitda), aunque se revisan los objetivos que había para los años 2018 y 2019 por las "nuevas condiciones del mercado", según ha explicado Endesa.

Proyectos

Las previsiones anteriores contemplaban que el ebitda alcanzara los 3.500 millones en 2018 y 3.700 millones en 2019, pero ahora Endesa estima que en el primero de esos ejercicios sólo llegará a 3.400 millones y en el penúltimo año del periodo a 3.500 millones, retrasándose el objetivo de 3.700 millones a 2020.
El plan también contempla unas inversiones en los cuatro años que van de 2017 a 2020 de 5.000 millones de euros, 300 millones más que en el plan antiguo, y de ellas 2.000 millones serán para redes y 1.200 millones se dedicarán a la digitalización de éstas.
A las renovables Endesa destinará 900 millones de euros en todo el periodo, al término del cual la generación que tendrá la compañía con este tipo de tecnologías será de 7.353 megavatios (MW), aunque la hidroeléctrica seguirá suponiendo más de la mitad de ellos.
En cuanto a la generación tradicional (nuclear y térmica), las inversiones brutas serán de 400 millones de euros para seguridad y operación a largo plazo en nucleares y de 300 millones para acciones medioambientales en las térmicas, como la adaptación a la normativa europea de las que usan carbón importado o el desarrollo de baterías de almacenamiento en las centrales de Litoral y As Pontes.
La digitalización, al igual que en el caso de su matriz Enel, es uno de los ejes del plan de Endesa, que contempla unas inversiones de 1.300 millones en este área, con las que espera obtener un ahorro de 250 millones de euros.
La división de e-Solutions, que agrupa los negocios de prestación a servicios a terceros por parte de Endesa y que cuenta con varias líneas (hogar, movilidad, ciudades e industrias), también experimentará un importante avance y en 2020 la compañía espera contar con 600 estaciones públicas de recarga de vehículos en España.

Compostilla y Andorra en el aire
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha explicado en su conferencia con analistas que la revisión a la baja de la previsión de ebitda en los años 2018 y 2019 es debida al menor margen que se espera en el negocio del gas, aunque confía que el mercado se equilibrará en años posteriores con una mejora gradual.
Respecto a las centrales de carbón de Compostilla (León) y Andorra (Teruel), que Endesa barajaba cerrar por no ser viables económicamente, Bogas ha reiterado que su compañía aguardará a conocer el real decreto que prepara el Gobierno para ampliar las causas por las que puede impedir el cierre de una instalación de generación y a las nuevas normas de transición energética y de planificación para tomar una decisión.
Endesa, que ha dado a conocer su plan estratégico antes de la apertura del mercado, ha cerrado hoy con una subida del 3,06 %, la mayor del Ibex, hasta 18,845 euros por acción.