El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este viernes una fuerte caída del encarecimiento de los alimentos. Por primera vez desde enero de 2022, con dos excepciones anecdóticas en las que se redujo en pocas décimas el valor, la evolución del precio de la cesta de la compra se desploma y se sitúa en el 12,9% tras desplomarse más de tres puntos y medio en abril, la mayor caída de la serie histórica. El Índice de Precios de Consumo (IPC) general cerró el pasado mes en el 4,1%, tal y como confirmaron los datos que el instituto público adelantó el pasado 28 de abril.

La senda ascendente de los alimentos llegó a alcanzar el 16,6% en febrero (16,5% en marzo), valor más alto de la historia, azuzada por la crisis climática y el encarecimiento de los costes de producción en el sector primario. En abril da comienzo el descenso de la línea de precios que desde el Gobierno se lleva anunciado desde hace meses, cuando se aprobó el último paquete de medidas destinado a abordar el encarecimiento de la cesta de la compra. Precisamente estas políticas aprobadas son las que ahora se señalan desde el Ejecutivo como principal causa del frenazo en la evolución de los precios.

“El conjunto de medidas adoptadas el pasado mes de diciembre seguirán contribuyendo a amortiguar la evolución de la inflación”, aseguran fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos. Con los datos actuales, España se mantiene como uno de los países de la eurozona y la Unión Europea (UE) con los datos más bajos de inflación, situación que celebran desde la cartera dirigida por Nadia Calviño por el favor que esto aporta a “la competitividad de las empresas españolas”, mejoría que evidencian “las ganancias de cuota de mercado y el aumento de las exportaciones de bienes y servicios, incluso en el complejo contexto económico internacional”.

La inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía-, asignatura pendiente de España en los meses precedentes, también ha confirmado su retroceso de un punto y se sitúa en el 6,6%, valor que sigue siendo elevado, pero que se distancia ya en un punto del 7,6% que alcanzó de máximo histórico. Este desplome, según trasladan desde el Gobierno y confirma el INE en su publicación, se ha producido “gracias a la fuerte ralentización del precio de los alimentos”.

La situación de sequía extrema, que está castigando especialmente a agricultores y ganaderos, podría invertir esta tendencia bajista del precio de los alimentos, razón por la que el Gobierno aprobó este jueves, vía Consejo de Ministros, un nuevo paquete de medidas valorado en 2.200 millones de euros. Con las nuevas políticas aprobadas, desde la carteras de Agricultura y Transición Ecológica se pretende dar respuesta a la crisis climática que está asolando al sector primario para garantizar la “la continuidad productiva”, clave tanto para el abastecimiento como para no retornar a una senda alcista de los precios.

Sube vivienda, caen alimentos, transporte y vestido

Diferenciando por sectores, la vivienda sufre un incremento interanual de casi cinco puntos y medio, aunque se mantiene en negativo (-10,8%). La explicación arrojada por el INE es una disminución de los precios de la electricidad menor que la marcada el año pasado. A su vez, la es el único grupo que presenta una tasa mensual negativa (-1,8%) porque, aunque en menor medida, los del gas y la electricidad se mantienen a la baja.

El sector del transporte es el que presenta una peor progresión de sus precios, ya que, su tasa anual se incrementa casi cinco puntos y medio, hasta el 0,6%, y la mensual sufre una variación positiva del 0,7%, principalmente por la subida de los carburantes y lubricantes. Situación totalmente diferente es la que atraviesan el resto de sectores, que reducen los datos con respecto a 2022, pero aumentan mensualmente.

Los alimentos y bebidas no alcohólicas, aunque siguen marcando un elevado 3,9%, han experimentado una fuerte caída gracias a la bajada de los precios de las legumbres y hortalizas, que subieron en abril de 2022, y a que el aumento de los precios de la carne, el pan y cereales, los aceites y grasas y la leche, queso y huevos es menor que el del año pasado. Por su parte, el vestido y calzado coloca su tasa en el 2,2%, tras caer un punto, motivado por el alivio en el encarecimiento de sus componentes. No obstante, mensualmente sufre un gran incremento por la llegada de la temporada primavera-verano.

El ocio y cultura, que registra una tasa del 1,1% intermensual causada, principalmente, por el incremento de los precios de los paquetes turísticos y los hoteles, cafés y restaurantes, con una variación del 1,5% generada por el aumento de los precios de los servicios de alojamiento y de la restauración, también encarecen sus precios mensualmente y realizan una aportación positiva a los valores del IPC.