El Consejo de Ministros aprueba este viernes el Anteproyecto de Ley del ecosistema de las empresas emergentes, la ya conocida como Ley Startups, con el objetivo de “atraer talento e inversión”, en palabras de Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos. Tras meses de consulta pública, la nueva ley incluye mejoras para las empresas emergentes como la ampliación de deducciones fiscales, entre otras.   

“Pondrá a España a la vanguardia de Europa en la creación de este tipo de compañías, clave para la recuperación económica”, ha anunciado Calviño. El documento recoge varias de las demandas de las empresas, desvelan fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos, que aseguran que había partes “ambiguas” en esta primera exposición. En esta línea, avanzan que se ha optado por un proyecto “más ambicioso”.

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En primer lugar, el Gobierno incluye cambios en la propia definición de startup. Esto permitirá que los emprendedores en serie, es decir, aquellos que han creado varias empresas, puedan acogerse un máximo de tres veces a esta ley. Una novedad ante la que el Gobierno presentaba dudas en un primer momento.

La certificación como startup se realizará ahora a través de una ventanilla única gestionada por Enisa. Después, tendrán que formalizarse a través de la Oficina Nacional de Emprendimiento, una recomendación propuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Más deducciones fiscales

En materia fiscal, la ley reduce hasta el 15% el impuesto de sociedades durante los primeros cuatro años de vida de la startup, desde el 25% general, y contempla la posibilidad de aplazar el pago de otros impuestos durante dos ejercicios. La ley también contempla mejoras fiscales como que los primeros 100.000 euros de inversión estarán libres de impuestos, también para el propio emprendedor, desde los 60.000 euros anteriores.

Por otro lado, el límite de stock options libres de impuestos se amplía desde los 12.500 a los 50.000 euros y los tenedores de estas acciones solo tendrán que devengarlas en el momento de su liquidación.

Tras estas ventajas fiscales, las startups contarán con una deducción por inversión del 50% en los primeros cinco años de vida, más allá de los tres anteriores, y siete años en el caso de las biotecnológicas, energéticas, industriales u otros sectores estratégicos que hayan desarrollado su tecnología íntegramente en España, un porcentaje superior desde el primer borrador.

Mejoras en la burocracia

Desde el punto de vista burocrático, los inversores no residentes en España solo tendrán que presentar el Número de Identificación Fiscal (NIF) y no será necesario el Número de Identidad de Extranjero (NIE) a la hora de registrar su startup.

Otro de los compromisos del Gobierno es la puesta en marcha de sandbox regulatorios. Una medida que supone la creación de entornos regulados que permiten probar las innovaciones del sector, algo que ya ocurre en el sector financiero, y mecanismos de contacto con el propio sector, como es el Foro Nacional de Empresas Emergentes.

Con la nueva ley, las startups podrán registrarse de forma digital. Con unos estatutos tipos, estas empresas podrían estar constituidas en un plazo de solo seis horas, que podrían extenderse como máximo hasta los cinco días en caso de contar con unos estatutos personalizados. El anteproyecto ha eliminado también el requisito de renovar el sello de startup y ha suprimido los aranceles notariales a las emergentes, que estarán exentas de la obligación de ir a concurso por pérdidas.

Por otro lado, la ley exime de la cotización como autónomo a los emprendedores que trabajen por cuenta ajena en aquellas primeras etapas de formación de la empresa, con el objetivo de no estar sometido a una doble cotización. La ley también agilizará la tramitación de visados para nómadas digitales que vengan a trabajar a una startup española, emprendedores digitales o españoles que quieran volver a su país a trabajar.

¿Cuándo pasará a la práctica?

Desde el Ministerio de Asuntos Económicos confían en que la ley se apruebe en 2022, cerca del verano. La Ley de Startups es una de las reformas comprometidas con Bruselas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y cuenta con el último trimestre de 2022 como fecha límite, a diferencia de otras medidas comprometidas para este año.

Una vez aprobado en Consejo de Ministros, el anteproyecto de ley tendrá que pasar el proceso de trámite parlamentario. En palabras de la ministra, el objetivo de esta nueva legislación es el "cambio de la estructura productiva del país, favoreciendo a los más jóvenes", con la intención de "impulsar, atraer y retener talento". 

La Ley de Startups se suma a otros dos proyectos con un objetivo común: mejorar la productividad y competitividad del tejido productivo. Calviño ya ha anunciado la Ley Crea y Crece, aprobada también en Consejo de Ministros, por la que se pueden crear empresas a partir de 1 euro, y asegura que la aprobación de la ley de reforma concursal está en proceso.

Además, el Ejecutivo también tiene en marcha el Fondo NextTech, con hasta 4.000 millones de euros en ayudas para empresas y el programa de ayudas para el empleo femenino, gestionado por Enisa.