Si quieres trabajar en una startup, hay varias cosas que debes tener en cuenta antes de presentar tu candidatura a uno de sus puestos. Ten en cuenta que este tipo de compañías suelen tener una cultura y unos criterios de selección muy diferentes a los de las grandes multinacionales.

Queremos que encuentres el trabajo de tu vida, así que aquí tienes diez consejos rápidos, sencillos y útiles para que cada vez que mandes un currículum, por lo menos recibas un mínimo de atención.

  1. Destaca tus logros en trabajos anteriores. Esto es la clave de todo, aunque te parezca increíble. No se trata solo de enumerar los puestos que has tenido en empresas, sino sobre todo de dejar claro qué has conseguido en cada uno de ellos, cuáles eran tus responsabilidades y qué objetivos hiciste realidad. Y hazlo de forma clara y resumida: que en un vistazo se vea bien que eres capaz de dar respuesta a lo que se espera de ti.
  2. La carta de presentación es imprescindible. Y es algo que, aparentemente -según un estudio de TopResume.com-, se ha hecho más importante a raíz de la pandemia. Aquí es donde puedes contar todas esas cosas que no “caben” en el currículum. Pero tampoco te pongas a contar tu vida: solo aquello que creas que refleja tu personalidad y tu forma de trabajar y de relacionarte con el resto del equipo.
  3. Adapta tu currículum y la carta de presentación a los intereses de la empresa para la que estás presentando tu candidatura. Es probable que en tu vida laboral hayas conseguido diferentes éxitos o que estos se puedan enfocar en una dirección o en otra. Por ejemplo, si sabes que una empresa apuesta por la innovación, puedes resaltar logros que demuestren que eres una persona capaz de trabajar en ese tipo de entornos, destaca qué aspectos cambiaste y qué novedades de éxito fueron consecuencia directa de tu trabajo.
  4. Recuerda que las soft skills son igual de importantes [o más] que las hard skills. Estas últimas son las relacionadas con tus conocimientos, tu habilidad para el manejo de herramientas para la realización de tu trabajo, etc. Las primeras, se refieren más a tu capacidad para trabajar en equipo, empatía, liderazgo, creatividad… En muchas startups, incluso son más importantes que los propios conocimientos, así que es importante que las destaques, pero con ejemplos reales de situaciones en las que has demostrado tenerlas: no sirve de nada decir que eres una persona muy empática, si no tienes forma de probarlo. 
  5. No incluyas foto. Ya te avisamos que esto va un poco por modas: hace unos años, la foto era imprescindible. Ahora se lleva no ponerla, salvo para puestos que estén relacionados con temas de entretenimiento. Para el resto, es preferible no incluirla, porque puede disparar mecanismos de sesgo psicológico y el objetivo es encontrar a la persona idónea para el puesto por sus capacidades profesionales.
  6. Utiliza las redes sociales para construir tu “reputación profesional”. No tiene por qué ser en LinkedIn, también puedes utilizar TikTok o Instagram para mostrar tus logros [siempre y cuando la empresa en cuestión te permita publicarlo, claro]. A la hora de incluir en la carta de presentación o en el propio currículum los enlaces a tus perfiles, puedes destacar esos éxitos. Incluso puedes llegar a crear una web en la que se puedan consultar en más detalle tus logros profesionales.
  7. Incluye tus aficiones y frikismos. Y, sobre todo, qué tipo de actividades realizas fuera del horario laboral. Se valora especialmente que colabores con ONGsm, que tengas un proyecto personal o que practiques un deporte de equipo. Esta información sirve para determinar cómo eres, qué te interesa y si vas a encajar con la cultura de la compañía.
  8. Cuida las fuentes, tamaños, cursivas y negritas. Para empezar, utiliza un tipo de letra que sea legible y profesional: te puede gustar mucho la de Star Wars, pero quizá no sea la adecuada, salvo que tenga que ver con el puesto en cuestión o te curres un currículum realmente creativo. Los tamaños más adecuados están entre 10 y 12 puntos. Y nada de locuras con las negritas y las cursivas: utilízalas solo para destacar datos relevantes.
  9. Sigue un orden cronológico inverso. Esto es de primero de redacción de currículum, pero todavía queda gente que pone en primer lugar su experiencia más antigua. Es importante que lo hagas al revés: en primer lugar, la más reciente y de ahí hacia atrás. Si llevas más de 15 años de trayectoria profesional, tampoco hace falta que te remontes a la noche de los tiempos, una década y media es tiempo de sobra para demostrar de qué eres capaz.
  10. Utiliza una plantilla. En internet hay muchos modelos que puedes utilizar. Busca uno que se adapte a tus necesidades y que pienses que te puede ayudar a estructurar la información y déjate de líos. Eso sí, asegúrate de que es uno actual y no de hace dos décadas, que eso también pasa mucho. Encuentra uno que sea relativamente reciente [no más de dos años de antigüedad] y adáptalo a tus necesidades.