Carlos Torres, presidente de BBVA, ha aprovechado la presentación de resultados financieros anuales celebrada de forma presencial en la sede de la entidad para eliminar incertidumbres sobre su participación en el capital de Telefónica. Ante las informaciones aparecidas en los últimos meses sobre la participación de la entidad en el capital de la teleco -incluso se descontaba que BBVA había puesto a la venta su participación- el máximo ejecutivo de la entidad ha asegurado ahora que "no ha cambiado nada" en su participación, de alrededor del 5%, alegando que se ha tratado de "malentedidos" en cuanto a la nomenclatura financiera. 

Asimismo, el líder de BBVA ha dejado constancia de su comodidad en el capital de Telefónica como uno de los principales accionistas, protagonista absoluta por la irrupción sorpresa del capital saudí en su accionariado a principios de septiembre y todo lo que ha ocurrido después, incluida la intención del Estado de hacerse con el 10% del capital a través de su participación de la SEPI. Preguntado por la entrada de capital público en Telefónica después de más de 20 años tras su privatización, Torres ha reconocido sentirse "cómodos con el accionariado" de la teleco tras los cambios de las últimas semanas y la entrada del Estado en el accionariado de la compañía. 

“Es bueno que haya interés inversor (en Telefónica) para nosotros, que somos inversores de la compañía, porque ilustra el potencial que tiene la compañía y es uno de los motivos por los que creemos en ella desde hace años. No ha cambiado nada sobre nuestra participación, estamos cómodos y así va a seguir” -ha mantenido el presidente de BBVA sobre su presencia en el capital de la teleco- “Es una participación financiera y no ha habido ningún cambio. Puede haber dado lugar a malentendidos por la calificación contable pero no ha habido ningún cambio en cómo percibimos esa participación”.

El directivo no se ha pronunciado sobre una posible venta de capital, ya sea al Estado o a otro inversor, y ha querido cerrar el mensaje con una frase clave: "Estamos cómodos con la participación que tenemos en Telefónica desde hace dos décadas”. No obstante, ha descartado que la única opción de conseguir el 10% de capital anunciado por la SEPI tenga que hacerse a través de entidades financieras, como la propia BBVA o CaixaBank. “Telefónica es una empresa cotizada y tiene una participación que está en manos del mercado y no de accionistas. Ahí pueden conseguir la participación”, ha matizado Torres ante las preguntas sobre la participación del banco en la teleco española. 

BBVA pagará 285 millones por el impuesto este 2024

Además del papel que juega BBVA en el accionariado de Telefónica, la cúpula de la entidad -Carlos Torres como presidente y Onur Genç como consejero delegado- se han pronunciado también sobre el impacto del impuesto extraordinario a la banca, que pasará de ser temporal a convertirse en permanente a partir del próximo 1 de enero de 2025. “El impuesto es una medida contraproducente para la economía, que necesita inversiones. Los bancos jugamos un papel importante en cuanto al ahorro y la capacidad productiva. Por eso defendemos que no tiene mucho sentido y seguimos manteniendo esta tesis”, ha reiterado el banquero. 

Torres ha avanzado la cantidad que tendrá que pagar la entidad en 2024 por este impuesto extraordinario, con una previsión de 285 millones de euros, ligeramente por encima de los 215 millones de euros que ha desembolsado la entidad en el ejercicio de 2023. No obstante, el presidente reitera que el impacto del impuesto es más negativo para la sociedad en general que para las entidades financieras como tal. 

"Hay que fomentar las inversiones que conducen a una mayor productividad de la economía. La financiación, en ausencia de un buen mercado de capitales -trabajo que hay que hacer en Europa- se lleva a cabo por los bancos. Somos esenciales", defiende el líder de la entidad. Un rol que, según el presidente de BBVA, es necesario "para que se lleven a cabo las prácticas necesarias para las estrategias del país: la transición ecológica y digital. Hay que financiarlas. Por eso creemos que no tiene mucho sentido el impuesto”.

En esta línea, Torres ha dejado entrever la necesidad de incluir un matiz en el impuesto extraordinario a la banca, algo que sí se ha anunciado para el sector energético, precisamente para financiar la transición ecológica. "Tendría sentido tener un matiz como el de las energéticas pero hay que ir más allá sobre el impacto del impuesto en la sociedad", ha defendido el banquero.

"Normalidad y diálogo" en las reuniones con Cuerpo 

La petición de incluir un matiz al gravamen extraordinario a la banca ha sido uno de los puntos sobre la mesa en las reuniones mantenidas entre los grandes líderes financieros y el nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, la semana pasada. Una ronda de reuniones en la que participó el propio presidente de BBVA, Carlos Torres, en el Ministerio de Economía, pero del que no ha querido hacer comentarios, más allá del mensaje de "normalidad y diálogo" de estas reuniones. “La relación con el Ministerio es buena y ha sido buena. Las conversaciones con el ministro son habituales”, defiende el líder de BBVA tras el cambio de cartera de Nadia Calviño a Cuerpo. 

El presidente de la entidad ha cerrado la presentación de resultados con un mensaje a la sociedad: "Tenemos que dejar de ver mal que las empresas sean rentables. Eso es lo que conduce a la prosperidad y a la mejora de la economía". Un mensaje especialmente importante ya que la entidad ha cerrado el ejercicio de 2023 con un beneficio superior a los 8.000 millones de euros, un récord histórico nunca antes visto en sus cuentas financieras anuales. Torres ha aprovechado también para celebrar los datos de crecimiento del INE conocidos este mismo martes, una "muy buena noticia" para el líder de la entidad.