El presidente y consejero delegado de Orange, Stéphane Richard, ha sido condenado a un año de prisión y una multa de 50.000 euros por su participación en el caso Tapie, en el que también fue condenada la entonces ministra francesa de Finanzas y ahora presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

El veredicto, difundido a la prensa francesa, desvela que el tribunal de apelaciones encargado del caso ha anulado una sentencia de un tribunal inferior que, en su momento, había absuelto al empresario. No obstante, explica que la sentencia de prisión se ha dictado en suspenso, por lo que se prevé que el directivo no pise la cárcel. 

Por su parte, el CEO de Orange sostiene que las acusaciones de complicidad en la malversación de dinero público "son infundadas y no se basan en ninguna prueba" y ha adelantado que recurrirá este nuevo veredicto.

Richard es, a día de hoy, el primer ejecutivo de Orange y su mandato vence a mediados de 2022. Ante esto, el ejecutivo ha dejado la decisión de si seguirá en el cargo hasta agotar su mandato en manos del consejo de administración de la compañía.  

El Estado francés, principal accionista de Orange

El Estado francés es el principal accionista de la teleco naranja, con una participación del 22,95% entre las acciones en manos de la Agencia de Participaciones del Estado -el organismo correspondiente a la SEPI española- y BpiFrance -el equivalente al ICO-, que acumulan un 13,39% y un 9,56% respectivamente.

La condena se refiere a la participación de Richard en el caso Tapieque se remonta a 1993, cuando el empresario Bernard Tapie vendió Adidas al banco semipúblico Crédit Lyonnais para después incorporarse como ministro al Ejecutivo, liderado entonces por François Mitterrand.

En 2008, la exministra Lagarde promovió un tribunal de arbitraje que se saldó con el pago de una indemnización de 404 millones de euros al empresario. Posteriormente, Lagarde, siendo ya directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), fue condenada por negligencia por esta actuación y se ordenó a Tapie que devolviera los fondos.