El sector de la automoción está inmerso en una etapa de cambios para avanzar en transición energética y adaptarse a una nueva realidad en la que los coches eléctricos serán los protagonistas, y casi los únicos vehículos de la carretera. El Parlamento Europeo ha aprobado ya un proyecto con el que prohibirá la venta de coches nuevos con motor de gasolina o diésel a partir de 2035. Es decir, en doce años todos los coches que se pongan a la venta tienen que ser eléctricos o de emisión cero. No obstante, las grandes multinacionales del sector tienen diferentes planes para alcanzar este objetivo.

Tanto la Eurocámara como el Gobierno español han puesto en marcha ayudas e incentivos para facilitar la adaptación de las empresas automovilísticas al coche eléctrico, siempre con el objetivo de lograr una transición justa, sostenible y para todos. El Parlamento Europeo ya ha planteado incentivos para los fabricantes en los próximos años, en base a las expectativas de venta de los automóviles, para llegar a 2035 con un plan viable para las empresas del sector. Esto es lo que ocurre a nivel comunitario pero cada Estado miembro tiene sus propios planes de adaptación.

En el caso de España, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo lanzó a mediados de 2022 el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado, bautizado como PERTE VEC por sus siglas, con el objetivo de impulsar esta nueva realidad en un sector profundamente industrializado. En un primer momento, hasta 13 agrupaciones de empresas presentaron un total de 487 proyectos para acceder a las ayudas del proyecto del Gobierno, con financiación procedente de los fondos de recuperación europeos Next Generation.

“Se acaba de cerrar la convocatoria y les puedo anunciar que se han presentado 13 grandes agrupaciones de empresas, que incluyen a los grandes fabricantes de nuestro país. Con un total de 487 proyectos y 311 empresas, de las cuales 182 son pymes, procedentes de prácticamente todas las comunidades autónomas que participan en el PERTE, avanzamos en la cohesión territorial”, celebraba el presidente del Gobierno a primeros de junio de 2022.

El objetivo del Gobierno es crear el ecosistema necesario para el desarrollo y la fabricación del vehículo eléctrico y, además, convertirse en un hub europeo de electromovilidad. Para ello, el Ejecutivo pretende desplegar una inversión total de más de 24.000 millones de euros en el periodo 2021-2023. Una inversión que se divide en dos partes como muestra de la colaboración público-privada en el sector: 4.300 millones de euros por parte del sector público y 19.700 millones procedentes del sector privado.

Primer paso: Ford renuncia a los 106 millones del PERTE por "retrasos" en la producción

Entre las 13 grandes agrupaciones de empresas que habían solicitado las ayudas del PERTE VEC en junio de 2022 estaba Ford y su planta de Almussafes (Valencia), con una dotación prevista de 106,34 millones de euros para producir los nuevos modelos eléctricos de la compañía. Sin embargo, la multinacional decidió retirarse del proyecto a la hora de aprobarse las ayudas en la primera convocatoria del PERTE VEC en agosto de 2022. En ese momento, la compañía renunció a recibir las asignaciones que le correspondían en el proyecto, por más de 100 millones de euros, alegando que no podría cumplir con los plazos que marcaba la convocatoria del proyecto.

En detalle, tal y como defienden fuentes de Ford España y del Comité de Empresa a ElPlural.com, la compañía sabía que no iba a poder cumplir con los plazos que marcaba el PERTE para 2025. El incumplimiento de estos plazos tendría dos consecuencias para la empresa: devolver las ayudas recibidas y, además, pagar una multa o penalización por no haber cumplido con lo prometido al Ministerio de Industria. Así, Ford no aparece en la lista de los diez proyectos, o agrupaciones de empresas, que se beneficiarán de la primera dotación del PERTE VEC, con una dotación total de 877,2 millones de euros.

En la primera convocatoria aparecían otras competidoras como Seat, con 400 millones de euros; Mercedes-Benz, con 170 millones de euros; Opel, con 52 millones de euros para su proyecto TESIS, bautizado como Transformación hacia la Electromovilidad y Sostenibilidad Industrial Stellantis o Renault, con una dotación de 40 millones de euros; pero no Ford, que renunció a la dotación del PERTE VEC por el retraso en sus planes de producción para el vehículo eléctrico en España, tal y como recuerdan ahora fuentes de la compañía a ElPlural.com.

“Ford actualiza regularmente su ciclo de producción global. Recientemente revisamos nuestras previsiones para Europa, que introducen un retraso en nuestros planes de producción para España, lo que significa que no podemos aprovechar el programa de financiación PERTE”, explicaba Ford en el comunicado emitido en agosto de 2022. No obstante, en este mismo mensaje agradecía el apoyo del Gobierno al lanzar el PERTE VEC: “Nos gustaría reforzar el compromiso con nuestra planta de Valencia ya que las operaciones de Ford en España siguen siendo una parte fundamental de nuestra estrategia para Europa. Agradecemos al gobierno español por su cooperación y esperamos trabajar en colaboración con el gobierno local y nacional en España para buscar oportunidades de financiación adicionales a medida que avanzamos hacia una gama de vehículos de pasajeros totalmente eléctricos para 2030”.

Segundo paso: Ford anuncia 1.100 despidos en su planta de Almussafes

Una fecha, 2030, y un compromiso con su planta de Valencia, situada en la localidad de Almussafes, que Ford dejaba patente al renunciar a las ayudas públicas para adaptarse a la nueva realidad del vehículo eléctrico. Una vez presentada su renuncia a las ayudas del PERTE, a Ford solo le quedaba una opción para alcanzar el objetivo de transición: llevar a cabo un proceso de reestructuración en su planta valenciana. Aunque desde la empresa desmienten totalmente que la renuncia a las ayudas del PERTE en agosto de 2022 tenga algo que ver con sus previsiones de despedir, anuncio materializado el pasado 10 de marzo, fuentes sindicales reconocen a ElPlural.com que los cambios en la producción del vehículo eléctrico efectivamente llevan consigo una necesaria reestructuración laboral en las plantas del sector.  

Una idea que la propia compañía ratifica ahora ya que las áreas más afectadas por los 1.144 despidos anunciados en la planta de Almussafes serán precisamente las del proceso de fabricación, con alrededor de un 95% de los recortes de plantilla. Solo un 5% restante de los despidos previstos afectará a otras funciones en las sedes de Madrid y Valencia, tal y como explican fuentes de Ford a ElPlural.com. Según las cifras oficiales, el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) anunciado por Ford afectará al 18% de la plantilla de Almussafes, el mayor creador de empleo de la Comunidad Valenciana.

Ford tenía dos opciones para electrificarse y parece haber optado por la segunda: los despidos antes que las ayudas públicas. Y es que la responsable del ramo en el Gobierno, Reyes Maroto, todavía ministra de Industria, Turismo y Comercio, dejó claro tras conocer los más de 1.100 despidos en la planta de Ford que la recepción de las ayudas públicas del PERTE está sujeta al mantenimiento del empleo. "Acabo de conocer que hay una propuesta de ERE en Almussafes (Valencia). Quiero trasladar mi máxima preocupación y, sobre todo, dejar muy claro que las ayudas públicas que está dando el Gobierno para hacer todo el cambio hacia la movilidad eléctrica están condicionadas al mantenimiento del empleo", alertaba la ministra responsable.

Tercer paso: Maroto recuerda que los PERTE están "condicionados" al mantenimiento del empleo

Los PERTE nacieron en medio de la recuperación de la pandemia de coronavirus como una figura de apoyo marcada por la colaboración público-privada entre administraciones y empresas. “Son una nueva figura, con vocación de permanencia, concebida como un mecanismo de impulso y coordinación de proyectos muy prioritarios, especialmente complejos o en los que exista un claro fallo de mercado, externalidades importantes o una insuficiente iniciativa o capacidad de inversión por parte del sector privado”, reza la descripción de la cartera de Industria. La propia descripción advierte de que la dotación lleva consigo la transparencia y la rendición de cuentas que exige el sector público, así como el cumplimiento de una serie de normas comunes.

De hecho, uno de los puntos principales del PERTE VEC pasa por la “creación y consolidación de empleo de calidad”. En cifras, la cartera de Industria prevé que las medidas incluidas en el PERTE VEC podría incentivar la creación de 142.000 nuevos puestos de empleo. “Resulta especialmente útil su aplicación en el ámbito el Plan de Recuperación, ya que con ella se pretende reforzar aquellos proyectos de inversión incluidos en el mismo que contribuyan claramente al crecimiento económico, al empleo, y a la competitividad de nuestro país”, reza la memoria del PERTE VEC.

También Carlos Faubel, presidente del Comité de Empresa y responsable de UGT en Ford, niega que haya alguna relación entre la renuncia a las ayudas del PERTE VEC en agosto de 2022 y los despidos anunciados por Ford hace apenas dos semanas. El líder sindical defiende que ambas realidades son “coincidencias” y que la transición hacia el vehículo eléctrico necesita "menos mano de obra", es decir, de menos manos humanas y “más digitalización” en el proceso de fabricación en las plantas del sector. El líder sindical defiende también que la adaptación al vehículo eléctrico lleva consigo una “transición compleja” para la compañía, demostrada también con los 3.800 despidos en las plantas que Ford tiene desplegadas por Europa, incluido el cierre de una planta, y no solo con los 1.144 despidos planteados en la planta valenciana.

Ford defiende que la planta de Almussafes "está mejor posicionada" para el vehículo eléctrico

Por su parte, Ford defiende que la planta valenciana de Almussafes “está mejor posicionada para producir vehículos de pasajeros basados en una arquitectura de vehículos eléctricos de próxima generación de Ford”. Ante esto, reconocen estar ante una siguiente fase de planificación y dimensionamiento de la planta, “fundamental para una transformación exitosa de nuestra operación en Valencia y la producción futura de vehículos de pasajeros eléctricos”.

De hecho, Ford España ha justificado el ERE en su planta de Almussafes por la reducción de la carga de trabajo al eliminar la fabricación de dos modelos de la compañía en la localidad valenciana. A partir de ahora, Ford fabricará en la planta los modelos Kuga y Transit y, de cara al futuro, el coche eléctrico de la multinacional automovilística. La fábrica se adjudicó en junio de 2022 la producción de los nuevos vehículos eléctricos de la compañía, ganando a Alemania en la subasta para ello y resultó la elegida por la dirección de Ford, frente a la factoría de Saarloui, en una competición por los nuevos modelos de vehículos eléctricos GE2 de emisiones cero.

Con alrededor de 6.000 trabajadores en la fábrica situada en la Comunidad Valenciana, estaba previsto que la planta se encargara de la producción de estos dos nuevos modelos a partir de 2026, lo que daba una imagen de continuidad a largo plazo a la planta. Un mensaje que difiere del ERE anunciado el pasado 10 de marzo por la dirección de la multinacional para la planta de Almussafes, pero que desde la planta llaman a la calma y mantienen sus planes de producción de los nuevos modelos eléctricos de Ford. 

La compañía no entra a hacer valoraciones sobre el impacto, positivo o negativo, de la transición energética reclamada a nivel internacional sobre su negocio en general, y sobre su planta de Almussafes en particular. Al entrar en detalle, la compañía reconoce que “mientras se prepara la planta para el futuro”, la producción de modelos como el Ford Galaxy y el S-Max en la planta valenciana cesará en abril de 2023. No obstante, aseguran que seguirán produciendo el modelo Ford Kuga en esta planta hasta 2029, el vehículo híbrido enchufable más vendido de Europa, según las cifras de la propia compañía.

En esta línea, el presidente del Comité de Empresa explica a ElPlural.com que la transición de la movilidad en carretera hacia el vehículo eléctrico lleva consigo un negocio más pequeño, con menos modelos de coches en el mercado por el mayor coste de producción. Un argumento más para llevar a cabo el proceso de reestructuración en las plantas de las grandes automovilísticas y, en este caso concreto, en la planta de Ford situada en la localidad valenciana de Almussafes. El proceso de despidos está todavía en negociación entre la dirección de Ford y los sindicatos y, por el momento, ninguna de las partes prevé más despidos de los 1.144 anunciados el 10 de marzo.