Los trabajadores de Amazon han convocado una huelga internacional este viernes, coincidiendo con la celebración del Black Friday. Los empleados del gigante del comercio electrónico piden una mejora de las condiciones laborales, una mayor responsabilidad por parte de los altos directivos y también, una mayor conciencia sobre el impacto medioambiental.

Bajo el lema Make Amazon Pay (“Hacer que Amazon pague”), los trabajadores reivindican en más de 20 países donde tiene presencia que se les escuche, denunciado que la corporación “gana demasiado y devuelve muy poco”. Así, se prevé que empleados de todos los sectores participen en la huelga convocada para este Black Friday. Desde Amazon España aseguran que la huelga no está teniendo seguimiento en los centros de producción y distribución del territorio nacional.

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“Desde refinerías de petróleo, fábricas, almacenes, centros de datos y oficinas corporativas”, reclaman los trabajadores de la compañía. Las peticiones pasan por “suspender el severo régimen de productividad y vigilancia que ha utilizado para exprimir a los trabajadores”, pero no solo se basa en el modelo laboral.

Los empleados matizan en sus exigencias: “Aunque no está solo en estas malas prácticas, sino que se encuentra en el corazón de un sistema fallido que impulsa la desigualdad, el colapso climático y la decadencia democrática que marcan nuestra era”.

Los trabajadores piden un "pago a la sociedad"

Así, la convocatoria de huelga pide un “pago a la sociedad” con mejores esfuerzos de sostenibilidad, mayor transparencia sobre datos y privacidad. Además, piden poner fin a las asociaciones con las fuerzas policiales y las autoridades de inmigración que son “institucionalmente racistas”.

En la web creada para la ocasión, Make Amazon Pay, se pueden leer las reivindicaciones de los trabajadores: “Durante la pandemia, Amazon se convirtió en una corporación de un billón de dólares, y Bezos en la primera persona en la historia en acumular 200.000 millones en riqueza personal”.

Unas reclamaciones que están respaldadas por organizaciones como Amazon Workers, Greenpeace u Oxfam. En el lado contrario, denuncian que los trabajadores de los almacenes de la compañía “arriesgaron sus vidas como trabajadores esenciales y solo recibieron un ligero aumento de sueldo”. Por su parte, Amazon asegura que está invirtiendo y haciendo los esfuerzos necesarios tanto en materia climática como en mejorar la competitividad.