El nuevo plan estratégico de Endesa no ha gustado a los inversores. Las acciones de la eléctrica se desploman un 3% en la bolsa española tras presentar su hoja de ruta para el periodo 2024-2026, con una revisión a la baja del dividendo que la compañía pretende repartir entre sus accionistas. La filial de la italiana Enel cotiza en los 18,76 euros por acción tras sufrir un fuerte descenso bursátil desde el mismo arranque de la sesión en el Palacio de la Bolsa madrileño. La compañía no solo ha perdido la cota de los 19 euros por acción, sino que se mantiene por debajo de este nivel durante, al menos, la primera mitad de la sesión.

Una de las claves del nuevo plan estratégico presentado por la compañía esta mañana, después de que Enel como matriz hiciera lo propio hace menos de 24 horas, es la revisión de la política de dividendos de la eléctrica para el periodo comprendido entre 2024 y 2026. Endesa ha actualizado su política y frena la mejora de la retribución a sus accionistas frente a los planes anteriores. En detalle, Endesa mantiene la retribución actual a sus accionistas en un euro por acción para este ejercicio 2023, con un pago de 0,50 euros por acción ya efectuado en lo que llevamos de año. Frente al próximo ejercicio, de 2024, Endesa ha revisado a la baja su política y frena el dividendo, desde los 1,2 euros por acción a los 1,1 euros previstos. No obstante, la eléctrica garantiza el suelo de 1 euro por acción para el próximo ejercicio financiero. 

Endesa ha revisado la retribución a sus accionistas para los próximos años, con un primer freno en el dividendo anunciado para 2024 para volver a recuperar los 1,5 euros por título en 2026. Según la eléctrica, mantener el objetivo de retribuir a sus accionistas con 1,5 euros brutos en 2026 supondría una rentabilidad por dividendo del 8%. La intención de Endesa es garantizar un 70% del pay out para el trienio 2024-2026, siempre situando el suelo del dividendo en un euro por acción, con la previsión de poder volver a los 1,5 euros dentro de tres años. A pesar de la revisión de su política de dividendos, Endesa prevé distribuir 4.000 millones de euros entre sus accionistas hasta 2026. Del total, alrededor de 2.800 millones van directos a la italiana Enel, su empresa matriz y principal accionista de la eléctrica española, con una participación del 70%.

Los inversores han recibido la nueva política de dividendos de Endesa con ventas de la acción en la bolsa española. Y es que la actualización de las previsiones de retribución para sus accionistas se produce tras el laudo arbitral que ha perdido la eléctrica, filial de Enel, por la revisión del precio de un contrato de aprovisionamiento de gas natural licuado (GNL) a largo plazo. La Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (ICC) se ha pronunciado en contra de la energética, que tendrá que abonar alrededor de 530 millones de euros (570 millones de dólares al cambio) a la otra parte del contrato.

Endesa tiene que pagar 530 millones a Qatar

Aunque Endesa no informaba de los detalles de la empresa contraparte del contrato por el aprovisionamiento de gas natural en la información privilegiada remitida a la CNMV, ahora ya se conoce que se trata de QatarEnergy, compañía estatal de Qatar. Es decir, Endesa tiene que pagar 530 millones de euros a la gasista estatal de Qatar por un error en el contrato firmado para el aprovisionamiento de gas natural. 

Más allá del impacto que ha tenido el laudo arbitral de la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional contra Endesa, el plan estratégico de 2024-2026 de la compañía compromete también mantener sus inversiones para los próximos tres años en alrededor de 9.000 millones de euros, en concreto en 8.900 millones, con el objetivo de avanzar en "electrificación limpia". En términos puramente financieros, Endesa se ha fijado como objetivos clave para 2026 alcanzar un beneficio bruto (Ebitda) de entre 5.600 y 5.900 millones de euros, con un alza del 31% respecto al estimado para este ejercicio 2023. La eléctrica ha realizado estas estimaciones en base a sus previsiones de que todos los negocios aportarán en positivo, apoyándose en la normalización esperada del mercado y los avances en el ámbito regulatorio.

Dentro de los 8.900 millones de euros que Endesa pretende invertir en los próximos años, 2.800 millones irán destinados a las redes de distribución, 200 millones más que en el plan anterior; otros 4.300 millones para renovables, manteniendo la cifra actual, con un mayor peso de la eólica para alcanzar los 13.900 MW de capacidad renovable a final de 2026, y 900 millones destinados al área de clientes para alcanzar los 7,5 millones en el mercado libre en la Península Ibérica al final del trienio.

Asimismo, la eléctrica prevé alcanzar un beneficio ordinario neto de entre 2.200 y 2.300 millones de euros al final del periodo diseñado para el nuevo plan estratégico, un 64% más que los 1.400 millones de euros de ganancias previstas para este año. La compañía defiende que la evolución del Ebitda, la esperada menor carga financiera, el aumento de los pagos a socios minoritarios y la normalización fiscal ayudarán al negocio de Endesa en los próximos años. Y es que la eléctrica ya avanza un proceso de normalización fiscal tras el final del periodo de vigencia del impuesto extraordinario y temporal diseñado por el Gobierno anterior para las energéticas y los grandes bancos en 2024, a la espera de lo que decida el nuevo Gobierno de coalición sobre una posible prórroga de la medida. 

Endesa también se compromete a reducir la deuda financiera neta de cara a 2026 y anticipa que se situará en 1,4 veces en 2026, desde 2 veces en 2022 y una estimación de 2,1 veces para 2025 en el plan anterior. En cifras absolutas, la eléctrica prevé cerrar 2026 con una deuda financiera neta de entre 8.000 y 9.000 millones de euros.