El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, se ha pronunciado este viernes sobre la imputación del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en el caso Villarejo. El responsable del organismo regulador ha insistido en la necesidad de reportar las medidas adoptadas por la compañía, tras el comunicado hecho público en la tarde del jueves por el consejo de administración, donde ratifica el apoyo a la continuidad de Galán en la presidencia. 

Relacionado Iberdrola ratifica su apoyo a la presidencia de Galán tras su imputación en el ‘caso Villarejo’

Buenaventura ha señalado el “desgaste reputacional” que puede suponer la imputación de directivos, en este caso de Galán, para las compañías o incluso para el sector de empresas cotizadas. Así lo ha desvelado durante su intervención en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander.

El presidente de la CNMV ha recalcado que en noviembre de 2019 el regulador ya fue “relativamente contundente” a la hora de responder a situaciones similares, tras la imputación del ex presidente de BBVA, Francisco González, también por presuntos pagos y contratos con el ex comisario Villarejo y asegura que sigue vigente para esta ocasión “palabra por palabra”.

Ahora es el presidente de Iberdrola quien está imputado en el caso por sus presuntos contratos con el ex comisario, al igual que otros tres directivos cercanos al máximo responsable de Iberdrola, como son Francisco Martínez Córcoles, Fernando Becker y Rafael Orbegozo. En concreto, el juez instructor del caso, Manuel García-Castellón, ha imputado a los directivos por un delito continuado de cohecho activo, delito contra la intimidad y falsedad en documento mercantil.

La CNMV, a través de su presidente, ha señalado que las recomendaciones del código de buenas prácticas en estas situaciones suponen el análisis de la situación, así como informar al mercado de las actuaciones necesarias. Asimismo, asegura que "la mayoría de las compañías tienen unos estándares éticos elevados como los hay en el entorno europeo, pero en estas situaciones deben tomar decisiones".  

Buenaventura ha optado por guardar silencio ante la adecuación de conductas, la continuidad de los directivos o la composición de los consejos en su papel como presidente de la CNMV: "Eso corresponde a las sociedades cotizadas y a sus dueños". El directivo asegura que la misión del supervisor es velar por que las entidades “se replanteen qué hacer”, que exista una deliberación en los órganos de gobierno y que la información se ponga en conocimiento de los accionistas.