El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha actualizado sus datos del índice de confianza empresarial, correspondientes al segundo trimestre de 2024. Con el indicador actualizado, la media española ha mejorado sustancialmente y alcanza ya niveles máximos desde antes de la crisis sanitaria del Covid-19. En concreto, la comunidad autónoma que registra el mejor dato es Castilla-La Mancha, si se observa el dato crudo con esta división (145,9 frente a 136,0 de la media española).
Le siguen de cerca Cantabria (143,4), Castilla y León (142,2), Aragón (142,0), las Islas Baleares (140,5), Asturias (139,5), Extremadura (138,6), Andalucía (137,9) y Cataluña (137,5). Por debajo de estas se encuentra la media española, en 136,0. A la cola de la lista están la Región de Murcia (127,7), la Comunidad Valenciana (128,1), La Rioja (128,3), Galicia (131,4) y la Comunidad de Madrid (131,6). En las zonas intermedias del índice se encuentran Canarias (134,5), Navarra (134,5) y el País Vasco (134,9), región que celebra elecciones este mismo fin de semana.
Otro indicador al que puede atenderse es el del índice de confianza empresarial armonizado por comunidad autónoma, que computa la variación trimestral de cada una de las regiones. En este caso, La Rioja recibe la valoración más positiva, al haber crecido un 4,4% al respecto del anterior indicador, seguida de Baleares (4,3%), Cantabria (3,7%) o la Comunidad Valenciana (2,8%). A la cola de este índice están Galicia (-0,9%), la Comunidad de Madrid (-0,7%) y Navarra (-0,1%), siendo las tres únicas autonomías que registran un dato en negativo en este periodo. La media nacional se sitúa en un 1,5% de crecimiento trimestral en la confianza.
Volviendo a Castilla-La Mancha, la autonomía dirigida por Emiliano García-Page registra su mejor dato desde el tercer trimestre de 2019, es decir, de tiempos de antes de la pandemia. Por aquel entonces, la región llegó a colocarse en un máximo de 146,0 en el indicador, y ahora, pandemia mediante y cuatro años más tarde, ha vuelto a alcanzar los 145,9 puntos. El dato más bajo de este periodo se dio en el segundo trimestre de 2020, cuando la confianza empresarial castellanomanchega disminuyó hasta los 103,0 puntos. Desde entonces, el crecimiento ha sido constante a excepción de algunas fases, y ha remontado hasta alcanzar las cifras actuales.
La "cadena de valor" de la región
En una reunión de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha y presidida por la delegada, Milagros Tolón, con las empresas beneficiarias de la última resolución de Incentivos Regionales en la región, se hizo referencia e hincapié en estos indicadores.
"Son proyectos tractores del territorio y que sirven para vertebrar, de una manera sostenible y reforzando la cadena de valor, nuestra región, además de tener un carácter industrial muy importante para nuestra economía", señaló Javier Rosell, que quiso incidir en el trabajo del Ejecutivo autonómico en apoyo de estos proyectos, un esfuerzo que ha supuesto que, desde la llegada al Gobierno regional de presidente Page, la Comunidad Autónoma haya multiplicado por más de tres la capacidad de apalancar fondos de Incentivos Regionales, rozando una media anual de 30 millones de euros en ayudas para proyectos de inversión en la región.
Un compromiso que, además, se refuerza con los instrumentos de apoyo a la inversión y a la actividad empresarial de la región, a través del nuevo Plan Adelante, que, como recordó Javier Rosell en la reunión, verá la luz en el mes de marzo con un presupuesto que va a superar los 300 millones de euros.
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