CaixaBank destinará alrededor de 500 millones de euros a las arcas públicas por el pago del impuesto extraordinario al sector en este 2024, el segundo año de aplicación del gravamen, en base a las cuentas financieras récord presentadas este viernes, con un beneficio de 4.816 millones de euros al cierre de 2023. A la contribución de 500 millones de euros por el impuesto, cifra avanzada por la propia cúpula de la entidad, hay que sumar el aporte social que realiza CaixaBank a través del reparto de dividendo, con la propia Fundación "la Caixa" y el Estado, gracias a su participación a través del FROB, como principales receptores de la retribución prevista para este ejercicio. 

La entidad ha anunciado este viernes un payout del 60% en el reparto de dividendos en base a los resultados históricos de 2023. En cifras, supone el reparto de 2.980 millones de euros entre sus accionistas a lo largo de este año, más de la mitad del total de los 4.816 millones de euros recogidos como beneficio al cierre del último ejercicio. Casi 3.000 millones en dividendo que irán a manos de los dos accionistas principales de la entidad, Fundación "la Caixa" y el Estado, con alrededor de un 50% del capital de la compañía. Así, alrededor de 1.450 millones de euros del dividendo anunciado por CaixaBank para este ejercicio irán directamente a la sociedad, tanto por su contribución al Estado, con un 17% de la entidad; como por la labor y la obra social que realiza la Fundación como parte clave del grupo. 

José Ignacio Goirigolzarri, como presidente de la entidad, y Gonzálo Gortázar, consejero delegado, han explicado los detalles de las cuentas presentadas por la entidad este viernes en una rueda de prensa celebrada en su sede corporativa de Valencia. Un lugar que también ha sido objeto de preguntas por la incógnita de si CaixaBank plantearía volver a llevar su sede a Barcelona, de donde salió en 2017 tras el procés. Algo que han rechazado desde la cúpula con un fuerte mensaje de permanencia en Valencia

Más allá de los aspectos más políticos, la cúpula se ha pronunciado también sobre la relación de la entidad con el Gobierno, presente en el capital con un 17% del accionariado tras la fusión con Bankia. “Las relaciones con el Gobierno nunca han estado deterioradas, al menos en nuestro caso. No obstante, las reuniones que ha convocado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, nos parecen una buena noticia. Estamos a favor de todo lo que sea diálogo”, ha defendido Goirigolzarri, sin ofrecer mayor detalle sobre el contenido de la ronda de encuentros celebrada entre el nuevo ministro de Economía y los grandes líderes de la banca española. 

Goirigolzarri: "No es una rentabilidad extraordinaria, sino razonable" 

De hecho, el presidente de la entidad ha asegurado que durante el encuentro individual con Cuerpo de la semana pasada "no se entró en profundidad" en el rediseño, o matiz, del impuesto extraordinario al sector, con la previsión de convertirse en permanente a partir del 1 de enero de 2025. No obstante, Goirigolzarri sí que se ha pronunciado sobre la opinión de la entidad ante el impuesto con un mensaje más que claro: “La mejor manera de mejorarlo es eliminarlo". En concreto, CaixaBank destinará más de 120 millones de euros adicionales en 2024 por este gravamen, en total 500 millones de euros, frente a los 373 millones que ha desembolsado en 2023 a través de un pago único.

En este sentido, ha centrado parte de su discurso en explicar que el beneficio récord obtenido por el banco al cierre de 2023, con 4.816 millones de euros, no se trata de un "beneficio extraordinario" como tal. "No es una rentabilidad extraordinaria, ha sido una rentabilidad razonable. Lo que ha sido extraordinario ha sido la evolución de los tipos de interés de los últimos años” -ha defendido el líder de la entidad- "Hablar de beneficios extraordinarios no tiene mucho sentido ni tampoco lo tiene hablar de números absolutos". El discurso de Goirigolzarri se ha mantenido en esta línea, con una férrea defensa de la importancia y necesidad de "tener una banca sana y potente".

"Un país necesita una banca sana y con músculo financiero para funcionar bien. Cuando sucede lo contrario ya hemos visto lo que ocurre. Yo lo he vivido personalmente en Latinoamérica y, más cerca, con lo que ocurrió aquí en la crisis financiera de 2012” -ha confesado el presidente de CaixaBank con una velada referencia a lo que ocurrió con Bankia, su anterior entidad, en 2012- “Hay una gran diferencia entre la crisis del covid y la crisis financiera de 2012. Hemos pasado de un sistema financiero débil a un sistema financiero fuerte. En el momento débil, la banca no pudo estar cerca de las familias porque no tenía capacidad para estar con las familias y las empresas y sí lo tenía en el covid, para dar moratorias y préstamos ICO”.

“La banca necesita tener una rentabilidad razonable. Es un mensaje que tenemos la responsabilidad de llevar todos a la sociedad. El contrafactual es irse a 2012 y ver que había una banca sin liquidez, sin capital, que no podía financiar ni a las familias ni a las empresas”, ha reiterado el presidente de CaixaBank. 

Un tercio de las nóminas y las pensiones en CaixaBank

Más allá del impuesto, la cúpula ha dejado patente la contribución social que realiza la entidad con su negocio. En cifras, Goirigolzarri ha asegurado que "un tercio de las nóminas y las pensiones de este país están domiciliadas en CaixaBank”, con un fuerte impacto. Y es que ha defendido su "modo de hacer banca diferencial", con una gestión del ahorro que tiene un impacto directo en la sociedad. Para el propio presidente, es esta "manera más cercana de hacer banca, unida a la subida de los tipos de interés", la que ha llevado a la entidad a obtener un resultado récord al cierre del año. 

Goirigolzarri ha hecho referencia también al problema de vivienda "que tiene este país", ante el que la entidad asegura estar "arrendando más de 10 millones de viviendas”. También el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha detallado los resultados acumulados por la entidad al cierre de 2023, con una buena noticia para los clientes hipotecarios. "El proceso de la subida de tipos ha llegado a su fin. El euribor ha dejado de subir. Hemos empezado a repreciar en negativo nuestras hipotecas", ha defendido el CEO de la entidad.

Finalmente, consultado sobre la convocatoria de huelga de los sindicatos del sector financiero para el mes de marzo, el presidente de CaixaBank se ha mostrado esperanzado para llegar "pronto" a un acuerdo. “Estamos en plenas negociaciones por el convenio colectivo", ha defendido el directivo.