La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado abrir juicio oral contra Iberdrola Generación y cuatro directivos a los que señala como responsables de un delito relativo al mercado y contra los consumidores por inflar el precio de la energía eléctrica entre noviembre y diciembre de 2013, provocando un perjuicio de más de 107 millones de euros, que se tradujo en un beneficio para la compañía de más de 21 millones.

En un escrito de acusación remitido a la Audiencia Nacional, el fiscal Antonio Romeral se dirige contra la filial y contra el director de Gestión de la Energía, el responsable de Optimización, Gestión de Recursos y Trading, el encargado de Gestión de Activos, y el responsable de Mercados a Corto Plazo y Generación Global, pidiendo dos años de prisión para cada uno y una multa de 84.891.272 euros a la compañía. Asimismo, el Ministerio Público solicita que los acusados indemnicen hasta un máximo de 107.340.000 euros de forma conjunta y solidaria a las comercializadoras de energía eléctrica que resultaron perjudicadas.

El "artificio" de Iberdrola para subir los precios

De acuerdo con el escrito de la fiscalía, Iberdrola puso en funcionamiento un sistema que le permitió incrementar el precio de la energía "más allá del que debiera resultar de la libre concurrencia de la oferta y la demanda". La compañía subió "sin causa legítima que lo justificara" el precio de la energía eléctrica de sus centrales hidráulicas de Duero, Sil y Tajo entre el 30 de noviembre y el 23 de diciembre de 2013 más allá del precio de mercado diario. La energética retiró dichas centrales de la programación, que dejaron de producir energía, reduciendo la oferta y doblando el precio durante ese periodo.

El Ministerio Público considera que la decisión de la compañía redujo la generación de energía eléctrica logrando casar las operaciones de compra con la energía procedentes de las centrales de ciclo combinado, cuya energía tiene un precio superior (80-90 euros/MWh) frente a la energía procedente de las centrales hidráulicas (45-55 euros/MWh)

A partir del día 24 de diciembre del 2013, la entrada de una borrasca y los vientos registrados hicieron que bajara el precio de la energía al introducirse en el ciclo combinado de las fuentes renovables como la eólica. Romeral apunta que "el artificio urdido y llevado a cabo por los acusados fue la subida del precio de la energía eléctrica en, al menos, 7,156 euros/MWh", lo que supuso un beneficio de 21.222.818 euros para Iberdrola Generación por casi tres millones de megavatios que despachó durante ese periodo.

Según el escrito remitido por Anticorrupción, por esta maniobra fueron perjudicadas 18 empresas comercializadoras, que perdieron 10,5 millones de euros. Los consumidores pagaron 107.340.000 euros de más en los contratos de precio variable o se cargaron a las compañías de seguros en el caso de los contratos a precio fijo. Al ser preguntados por ElPlural.com sobre esta cuestión, la compañía no ha hecho ninguna declaración.