Ryanair ha dado a conocer este miércoles su intención de recortar su capacidad de servicio de cara a la temporada de invierno afectando a cuatro de sus bases en España y eliminando un millón de plazas, lo que ha generado la pronta respuesta de Aena. En un comunicado, el presidente de la compañía, Maurici Lucena, lo ha tachado de “extorsión”.
En sus palabras, asegura que resulta “difícil encontrar” en la historia reciente “otro caso como el de Ryanair en el que la discordancia entre la excelencia operativa de una compañía y la deshonestidad de su política de comunicación sea tan asombrosa”.
Asimismo, el comunicado recoge calificaciones como “insolencia y desinhibición” por parte de Ryanair en sus exigencias públicas a los gobiernos de los países en los que sus aviones operan, señalando así “dos características muy arraigadas” de actuación de dicha compañía.
Sobre la primera, el presidente de Aena dice que la compañía irlandesa “atemoriza a la opinión pública con la retirada de sus aviones, reclama la dimisión de ministros de media Europa y de la presidenta de la Comisión Europea, se burla de los políticos elegidos democráticamente y pide el cambio de leyes a su favor porque considera que la toma de decisiones de los gobiernos debe doblegarse a los intereses de las empresas con mayor poder económico”. Asimismo, como segundo punto, señala su política comunicativa como “permanente y deliberada colisión con los hechos objetivos y la veracidad”.
Aena acusa a Ryanair de “falsear la realidad”
Sobre este último punto, el mandatario de Aena se extiende con aún más detalles al percibir un móvil persistente de Ryanair de “obtener beneficios económicos a corto plazo a expensas del dinero de los contribuyentes y de la sostenibilidad a largo plazo del sistema aeroportuario”. De esta manera, recoge no sólo las amenazas que ha vertido este miércoles en España, sino otras previas que se extienden por Francia, Alemania, Grecia, Reino Unido o Dinamarca, entre otros estados europeos.
En lo que concierne a las consecuencias en nuestro país, Aena señala que los turistas internacionales se aproximan a los 100 millones, un récord histórico y que, con esta decisión que afecta plenamente a la temporada de invierno, y rechaza la “estupefacción inefable” que Ryanair haya hablado de que “España está ahora mismo cerrada al turismo”, entre otras afirmaciones similares.
A su vez, Aena considera que la compañía ‘low cost’ también “falsea la realidad” al señalar al Gobierno central por no subvencionar su actividad, también cuando dice que las inversiones de Aena en los aeropuertos nacionales “las pagan las aerolíneas” debido a que estas transacciones “las paga íntegramente” la empresa pública.
“Al contrario de lo que sostiene Ryanair, ni el Gobierno de España ni Aena pueden modificar a su antojo las tarifas aeroportuarias que la ley define porque cometerían una ilegalidad si deformaran sin justificación unas prestaciones patrimoniales públicas cuya naturaleza es muy distinta de los precios privados ordinarios. Ryanair sabe todo esto perfectamente, pero con sus declaraciones públicas falaces trata de confundir a la opinión pública para favorecer sus intereses”, reza al respecto el comunicado.
“Ryanair quiere ganar más dinero”
Aena también desmonta el argumento de la aerolínea cuando dice velar por los intereses de los consumidores, diciendo así que lo que quiere es “ganar más dinero, aunque sea sufragado por el bolsillo de los contribuyentes españoles”.
En este sentido, Aena se proclama “afortunada” de que Ryanair, por su eficiencia, “sea una de las principales aerolíneas de los aeropuertos españoles”, pero matiza que la compañía no tiene obligación de operar en los aeropuertos de Aena. “Los utiliza porque libremente quiere hacerlo y sobre todo porque, conforme a su enfático objetivo de maximización de beneficios, le conviene hacerlo”.
En los mismos términos, viene a aclarar los planes anunciados por Ryanair señalando que las rutas suprimidas “no es cierto que sean irrecuperables”. Asimismo, señalan como ejemplo del “colmo de la deshonestidad y del mal estilo, la metodología estadística empleada por Ryanair en su rueda de prensa de hoy para distorsionar las cifras reales e inflamar su mensaje”.
Y es que la última parte del comunicado del presidente de Aena concentra una ardua crítica contra las pretensiones de Ryanair en varias de sus bases en nuestro país: “Si los aeropuertos españoles evolucionaran al son de las exigencias, el lloriqueo, los embaucamientos y la infumable estrategia de extorsión de Ryanair, a medio y largo plazo, los aeropuertos dejarían de funcionar bien y no serían sostenibles financieramente. (…) De un tiempo a esta parte, sin embargo, Ryanair quiere aprovecharse de su elevada cuota de mercado conseguida en España para transformar esta relación de simbiosis en una relación de vasallaje, voluntad que Aena nunca aceptará y que perjudicaría gravemente el funcionamiento del sistema aeroportuario español. Es una pena, en fin, que la política de comunicación y de relaciones institucionales de Ryanair esté guiada por el fariseísmo, la mala educación y el chantaje”, culmina el presidente.