Como viene sucediendo desde que empezó a notarse en las listas del INEM el llamado ‘efecto verano’, las cifras de empleo son como una ducha escocesa. Por un lado datos positivos, ya que la temporalidad del sector servicios impulsa la creación, además importante, de puestos de trabajo. Por otro, ducha fría, porque los datos ‘desestacionalizados’ siguen mostrando una destrucción del empleo.

Una noticia buena, una noticia mala...
Las cifras que el ministerio de Fátima Báñez ha hecho públicas esta mañana indican que a lo largo del mes de julio se produjo una reducción de 64.866 personas en las listas del Servicio Público de Empleo con respecto al mes anterior. Es decir, las listas de desempleo se han reducido en un 1,36%.

Sin embargo, los datos resultan mucho menos halagüeños cuando se analizan ‘desestacionalizándolos’. Es este caso, lejos de disminuir, el desempleo ha crecido en 7.591 personas.

Cinco meses seguidos con reducción de cifras de desempleo no se veían desde 2007
un así, mirando al lado brillante de las cifras, los representantes del ministerio de Empleo han subrayado que se trata de la primera vez que se consigue ver una reducción de las cifras de desempleo durante cinco meses consecutivos desde 2007. Un hecho que permite que en el acumulado de lo que va de año, desde enero hasta el 31 de julio, en las listas del paro aparezcan 149.909 personas menos.

Según el INEM, el descenso del paro registrado se ha producido en todos los sectores.., excepto entre quienes se encontraban ya sin trabajo. Por supuesto, el sector servicios, donde se reduce en 37.614 personas, es donde con mayor fuerza se contempla este descenso. Mientras que, como decimos, entre la gente que carecía de empleo con anterioridad las oficinas del INEM han visto que aumentaba el registro en 2.354 personas. Se trata de gente que, mayoritariamente, había desistido de seguir en las listas, y que ante las noticias aparentemente positivas de la creación de empleo estacional, vuelven a acudir a apuntarse.