El juicio por la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011 quedará visto para sentencia este martes, después de que finalicen su exposición de conclusiones finales todas las partes y los acusados que lo deseen utilicen su turno de última palabra.

En la jornada de este lunes presentaron sus informes finales las defensas del socio auditor Fracisco Celma y de Bankia y está previsto que a lo largo de la tarde lo haga el abogado de Deloitte.

La presidenta del tribunal, Ángela Murillo, ha comunicado que BFA hará lo propio durante al inicio de la sesión del martes, por lo que ha instado a los acusados a acudir por la mañana para utilizar el turno de última palabra.

Debido a que habitualmente solo una minoría de acusados ejerce este derecho, el juicio quedará previsiblemente visto para sentencia, tras haber contado con más de 10 meses de duración, 74 sesiones de juicio oral y las comparecencias de 34 acusados (31 personas físicas y tres jurídicas), 57 testigos y una veintena de peritos.

A lo largo de la jornada del lunes, la defensa de Bankia aludió la vulneración del principio acusatorio, al asegurar que le ha resultado "imposible" defenderse de las acusaciones particulares que piden su condena, que "no han articulado prueba alguna" ni han concretado los hechos de los que se acusa a la entidad.

Además, reclamó para estas dos acusaciones (la de Adicae y 15MPaRato) que acusan a Bankia de un delito de estafa a inversores la imposición de las costas del procedimiento, por "haber hecho soportar vanamente un juicio larguísimo y ni siquiera dignarse a explicar por qué ni intentar probarlo en acto de juicio", cuando además la Fiscalía Anticorrupción ha solicitado la absolución de Bankia por no concurrir los elementos necesarios para su imputación.

El abogado de Bankia sostuvo que la prueba practicada "ha evidenciado a las claras que los hechos no son delito" y que la información contenida en el folleto de salida a Bolsa, que recogía las cuentas agregadas de las siete cajas que dieron lugar a la entidad, así como las cuentas formuladas y reformuladas, "eran siempre correctas en cada caso y conforme a la información disponible en cada fecha".

Asimismo, reprochó las discrepancias entre los peritos fiscales sobre cuáles eran los supuestos deterioros de los activos de las cajas, BFA y Bankia, sin llegar a un acuerdo sobre cuál debía ser la imagen fiel de la entidad, y criticó la metodología utilizada en sus informes, utilizando muestras del 1% de la población de acreditados del grupo BFA-Bankia.

Respecto al informe de PwC de 14 de octubre de 2010, uno de las principales "pruebas" de la acusación, el abogado recordó que su autor compareció en el plenario y especificó que las pérdidas que contemplaba el informe para el grupo no eran incurridas, sino estimaciones que podían o no cumplirse.

Asimismo, reprochó que las acusaciones negaran la existencia de "una crisis económica inédita" en España tras la salida a Bolsa de la entidad. "No fue hasta verano del 2012 cuando los economistas nacionales e internacionales por fin pudieron corroborar la magnitud de la recesión que se estaba produciendo", apuntó el letrado, quien aseguró que en el momento de la operación de salida a Bolsa las perspectivas económicas "seguían siendo positivas".