, pero en su último párrafo, aunque escogiendo las palabras, aclara lo que en el fondo le planteaban, y preocupaba, tanto a inspectores como los empleados de banca: ¿Qué hacer cuando el dinero que llegue para ser blanqueado no venga del colchón o el calcetín de alguien que ha vendido un piso y hubiera cobrado una parte en negro, por ejemplo, sino que pueda parecer que tiene un origen directamente delictivo?

Se da por supuesto que el dinero blanqueado es delictivo
La respuesta que da el Secretario General del Tesoro parece inequívoca: “En este contexto, resulta importante subrayar –se lee- que el artículo 1 de la Ley 10/2010 exige que los bienes objeto de blanqueo de capitales procedan de una actividad delictiva o de la participación en una actividad delictiva. En consecuencia, al igual que ocurre con las operaciones financieras vinculadas a otras regularizaciones tributarias, no resultará preceptiva ninguna comunicación cuando respondan únicamente a eventuales infracciones tributarias que deban reputarse regularizadas de conformidad con la disposición adicional”.

Traducido, lo que viene a decirse en esta circular es que ya se da por supuesto que el dinero a blanquear proviene de “actividad delictiva o de la participación en una actividad delictiva”, y que en consecuencia “no resultará preceptiva ninguna comunicación”. Antes de esta decisión, inspectores y bancarios tenían que informar cuando tenían indicios de operaciones de blanqueo y movimientos irregulares en cuentas a la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales.

No somos Uganda, pero tampoco Europa
El diputado socialista Pedro Saura, con el que ha contactado ELPLURAL.COM para comentar esta noticia, considera que “es una indecencia y una injusticia” que el Gobierno “ponga a los pies de los defraudadores” al propio Estado y sus instituciones.  Saura, que apunta que ya el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea se han mostrado contra de esta medida, y han advertido además que no va a permitir recuperar una cantidad de dinero significativa, ironiza utilizando las palabras con las que supuestamente Rajoy exigió firmeza a de Guindos ante sus colegas europeos: “No somos Uganda, como dijo Rajoy –dice Saura a ELPLURAL.COM-, pero lo que ha hecho el Gobierno con esta medida ha sido sacar a España del ámbito occidental y desarrollado en materia impositiva, permitiendo una situación vergonzante”.