"El texto que presentó la CEOE el lunes 30 no permitía alcanzar un acuerdo, ya que el contenido de los convenios terminaba decayendo y la flexibilidad interna de las empresas era a libre elección de los empresarios".

Influencia de las elecciones
Tras participar en un acto sobre desempleo juvenil en el CES (Consejo Económico y Social), Gómez añadió que "habría sido mejor alcanzar un acuerdo antes de las elecciones del 22-M, cuyos resultados han influido claramente" en el devenir de la negociación colectiva. "Se equivocan quienes piensan que es mejor dejar abierta la reforma para que la haga posteriormente un gobierno de otro partido".

Una ley basada en los "acuerdos no escritos"
El ministro dijo que será el Gobierno quien legisle sobre esta materia mediante un proyecto de ley que aprobará el Consejo de Ministros del próximo viernes. El texto se basará en los "acuerdos no escritos" que habían alcanzado patronal y sindicatos hasta el mencionado día 30. La reforma será "prudente, tranquila y equilibrada". Así, se mantendrá la ultraactividad de los convenios (prórroga indefinida de los mismos cuando termina su vigencia), mecanismo que la CEOE quería hacer desaparecer. Seguramente se establecerá un periodo de tiempo para que se renegocien los convenios y, si no hay acuerdo, se recurrirá a la mediación o el arbitraje, el cual, no será obligatorio.

Flexibilidad interna
En cuanto a dotar de mayor flexibilidad interna de las empresas para que se adapten a la crisis y que "el despido no sea la respuesta a esta situación", Valeriano Gómez afirmó que la reforma exigirá que cualquier cambio de horarios, jornadas, movilidad, etc... de los trabajadores sea pactada, y no potestad de los empresarios como proponía la CEOE. El ministro anunció que la intención del Gobierno es que esta reforma entre en vigor el próximo otoño.