Las personas que pensaran en comprarse un móvil Huawei, a lo mejor se lo piensan después de que Google haya anunciado que cortará sus relaciones con el fabricante tecnológico chino. Y en el caso español son muchas personas, porque Huawei es el primer vendedor de móviles en España, con casi un tercio de la cuota de mercado, por encima de Samsung, el anterior lider, y de Apple. Y este anuncio va a suponer un duro golpe para las ventas del gigante chino, que pasó de ser considerado un vendedor de móviles baratos a un competidor en las gamas más altas. 

Google, el primer perjudicado en Bolsa

Y la decisión tampoco hará feliz a Google, que se arriesga ser un daño colateral en una guerra comercial iniciada por Trump, cuyos objetivos son proteccionistas y que -paradójicamente- perjudican a las empresas estadounidenses que son actores globales. De hecho, Wall Street ha abierto a la baja, con el tecnológico índice Nasdaq cayendo un 1,4% en la primera media hora de actividad bursátil. Pero es que a esta hora el IBEX pierde un 0,87%, el Dax alemán un 1,61% y el parisino CAC 40 un 1,46%.

La acción de Google no se encuentra mucho mejor, habiendo perdido un 1,81% en el momento de publicar este artículo. Lo mismo ha ocurrido con los fabricantes de chips estadounidenses que se han sumado al veto; Qualcomm ha caído un 4,52%, hasta los 77,82 dólares. Intel y Broadcom, los principales rivales de Qualcomm en el segmento de los circuitos integrados, han iniciado la jornada con descensos del 1,98% (hasta 44,03 dólares) y del 4,10% (hasta 278,09 dólares), respectivamente. NXP ha caído un 3,42%, mientras que Qorvo ha descendido un 4,31%, Nvidia, un 1,8%, Micron, un 3,22% y Texas Instruments, un 1,36%.

Una zancadilla de Trump al 5G

Los Estados Unidos llevan un tiempo arrojando sospechas acerca del hardware del fabricante, afirmando que viene pinchado de serie por parte de los servicios de inteligencia de la República Popular China. Sin embargo, aunque la Unión Europea y otros aliados de EEUU han escuchado con preocupación estas afirmaciones, éstas no han podido ser demostradas, ni los estadounidenses han podido o querido aportar pruebas en ese sentido. Y es que, además, la tecnología de Huawei es parte esencial del próximo despliegue en Europa de las nuevas redes de Internet de alta velocidad o 5G. 

Estados Unidos tiene una red de telefonía móvil fragmentada y tecnológicamente inferior a la europea -debido a aspectos regulatorios y a la falta de una inversión privada suficiente-, por lo que la llegada del 5G les preocupa relativamente poco, cuando aún tienen estados en los que no ha llegado el 4G. Pero en Europa se están terminando de adjudicar las concesiones a los operadores y la infraestructura -basada en muchos casos en antenas y repetidores de Huawei- se está comenzando a desplegar. 

Pensemos, además, que el 5G tiene implicaciones más allá de la telefonía móvil. Algunos de los servicios esenciales se basarán en el futuro en la mayor conectividad proporcionada por esta tecnología, que puede ayudar para la coordinación de emergencias, las transacciones bancarias, la gestión del tráfico e incluso para apagar incendios. Países europeos tradicionalmente receptivos a las sugerencias estadounidenses, como Alemania y el Reino Unido, no comparten la opinión de que la tecnología proporcionada por Huawei suponga riesgo alguno para su seguridad nacional. En el caso español, Telefónica, uno de los partners estratégicos del fabricante chino, tampoco ha logrado determinar que la seguridad de sus redes esté en peligro debido al uso de sus equipos. 

De momento China no ha dado una respuesta oficial, más allá de animar a sus empresas afectadas por el bloqueo de Trump a "usar las medidas legales a su disposición". Mientras que Huawei ha emitido un comunicado en el que declaran: “Hemos hecho contribuciones esenciales para el desarrollo y expansión de Android [el sistema operativo de Google] a lo largo y ancho del mundo. Como uno de los colaboradores mundiales clave de Android, hemos trabajado estrechamente con su plataforma abierta de software para desarrollar un ecosistema que beneficie por igual a industria y consumidores".