No tenía nueva munición que anunciar el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, porque no puede hacer más de lo que ha hecho: salvar el euro al salvar a España, Portugal, Italia e Irlanda cuando anunció que compraría la deuda pública de estos países, con lo que los especuladores tuvieron que irse a otra parte y las primas de riesgo permanecen en niveles razonables. También había anunciado ya otro hito histórico, que el BCE compraría deuda de empresas, de empresas con problemas se sobreentiende, a quienes el mercado les impone unos tipos elevados y cuyas deudas las asfixian. Dentro de siete días comenzará el programa de compra de deuda privada.

Sólo malas noticias para Grecia

El BCE va a esperar para darle liquidez a Grecia. Aunque este país ha cerrado un acuerdo político sobre el primer examen del rescate y su gobierno esperaba el anuncio positivo del banco central, Draghi dijo en rueda de prensa que no abrirá ese grifo para la banca griega "hasta que se pongan en marcha las medidas aprobadas". Sin duda la alegría del día para los alemanes. El BCE reexaminará este tema en la siguiente reunión del consejo de gobierno.

Listos para cualquier resultado del 'Brexit'

El BCE no ve grandes riesgos para la economía en la zona euro y los que ve son externos: crisis en los emergentes o el triunfo del sí en el referéndum británico sobre su salida de la UE. Preguntado por el riesgo de Brexit, Draghi aseguró que "estamos listos para cualquier resultado el 23-J". Sí alertó sobre los riesgos de la salida del Reino Unido de la UE, al igual que el resto de grandes banqueros. "Mientras la Unión Económica y Monetaria esté incompleta es vulnerable a shocks de naturaleza política como ese", afirmó.

Leve mejoría

Draghi mejoró levemente las previsiones económicas para la eurozona en crecimiento, empleo e inflación. El mandato del BCE es mantener una inflación cercana, pero por debajo del 2%, mientras que ahora mismo está situada por debajo del 0%. Incluso la inflación subyacente, que no tiene en cuenta elementos como la energía o la alimentación, está por debajo del 1%.

El regulador europeo ya activó todas sus armas la pasada primavera, cuando bajó los tipos a cero por primera vez en la historia y empezó a cobrar a los bancos que tengan su dinero en el BCE. El objetivo es que el dinero se mueva y se active el consumo, pero la inflación sigue preocupantemente baja y en el caso de España en negativo (precios cayendo). "Nuestras medidas -tipos de interés al 0%, compra de activos, barra libre de liquidez y demás- han sido muy efectivas", ha dicho Draghi, quien pidió "tiempo" para que se puedan notar.

La caída de precios se ha estabilizado por un único motivo, y es externo a Europa, la subida del precio del petróleo en las últimas semanas