Con el retorno a la actividad política, el pasado mes de septiembre el Gobierno ponía fin a la anomalía laboral que sufrían históricamente las trabajadoras del hogar. Desde ese momento, las trabajadoras domésticas pasaban a incluirse dentro del Régimen General de la Seguridad Social como personal laboral de pleno derecho, “sin ninguna particularidad con el resto de los trabajadores”, aclaraba la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Esta situación ha quedado ahora constatada con el depósito de los instrumentos de ratificación del Convenio 189 ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“No se trata simplemente de ratificar convenios, se trata de demostrar el compromiso de nuestro país con la justicia social y la dignidad de las personas trabajadoras”, ha trasladado la titular de Trabajo. Se cierra así un proceso iniciado hace meses que pretendía acabar con la discriminación y la precariedad laboral que han sufrido históricamente un sector especialmente feminizado (95% de mujeres), algo que no se le escapa a Díaz, que no dudo en su momento en asegurar que el principal motivo por el que se había tardado tanto en garantizar los derechos laborales de estas trabajadoras era “por ser mujeres”.

La norma aprobada hace casi medio año y ratificada junto con el director general de la OIT, Gilbert Houngbo, no viene a recoger otra cosa que derechos laborales que se dan por sentado para la práctica totalidad de los trabajadores. Derecho a la prestación por desempleo y a todas las prestaciones asistenciales que están vigentes en el ordenamiento jurídico laboral o la posibilidad de acudir al Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), del que habían sido excluidas en caso de insolvencia del pagador, para percibir su salario en caso de impagos son algunos de los avances contemplados en la ley y que resulta surrealista que aún no disfrutasen la trabajadoras de este sector.

De igual manera, se derogó el despido por desistimiento, aunque estudiando la situación particular de cada familia, al no ser considerados empleadores ordinarios, y desarrollando una protección extensiva en caso de despido o extinción contractual. A esto se suma la incursión en otra regulación de la que, incomprensiblemente, se encontraban excluidas: la ley de prevención de Riesgos Laborales. El último aspecto contemplado es el relativo al derecho de información y formalidad laboral y a la presunción en caso de que exista vulneración. Todo ello acompañado de planes de formación, dignificación del trabajo y de especialización en los diferentes ámbitos laborales.

“Ayudar a reparar la discriminación histórica de las trabajadoras del hogar es para mí uno de los mayores orgullos desde que estoy en el Gobierno. Gracias al Convenio 189 y al Real Decreto-ley 16/2022 estas personas podrán tener un trabajo con derechos y con garantías,” ha celebrado la ministra. España se ha convertido desde la llegada del Gobierno de coalición en el país que más convenios de la OIT ha firmado, situación que el director general de la OIT ha celebrado, a la par que ha agradecido a Díaz haber sido parte de la coorganización del simposio iberoamericano sobre los derechos laborales y los cuidados en el sector doméstico.

“En una situación tan convulsa como la actual, necesitamos forjar alianzas laboristas a nivel internacional que pongan los derechos laborales de la mayoría por encima de los privilegios de unos pocos”, ha apuntado la vicepresidenta durante el encuentro con Gilbert Houngbo y en la posterior inauguración del evento celebrado en Colombia, de la que ha estado a cargo de manera telemática. “Ahora más que nunca hemos de consolidar alianzas iberoamericanas progresistas para cuidar a las que cuidan”, ha sentenciado Díaz durante su discurso inaugural, en el que ha puesto en valor el movimiento social generado en torno a las trabajadoras del hogar.  

Convenio 188: pesca

El encuentro también ha sido aprovechado para presentar, en los mismos términos, el Convenio 188, relativo al trabajo en la pesca. El documento persigue la consolidación y garantía de los derechos del sector y la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores del sector pesquero. “No escatimaremos en esfuerzos para mejorar las condiciones laborales en España y a nivel global”, ha insistido la ministra.

Por su parte, el representante de la OIT ha puesto en valor la ratificación de este convenio y ha destacado otras acciones emprendidas por el Ejecutivo español, como la reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). España se erige como el país que más instrumentos internacionales ha ratificado, un total de 137, tras más de una década de parálisis en este ámbito. Esta línea de actuación no va a frenarse, ha asegurado la vicepresidenta, que ha avanzado que el Gobierno va a seguir a la vanguardia en la promoción y ratificación de los convenios internacionales del trabajo.