El Gobierno se ha comprometido con Bruselas, vía Plan de Recuperación, a abordar las desviaciones y desequilibrios del mercado laboral español. Uno de los aspectos contemplados en el componente 23 remitido a Bruselas y de necesario cumplimiento para la percepción de nuevos fondos europeos es la “simplificación y mejora del nivel asistencial de desempleo”. Para dar cumplimiento a este hito surgen dos líneas de pensamiento dentro del propio Ejecutivo de coalición, una defendida por Yolanda Díaz y la otra planteada por Nadia Calviño, y la polémica ya está servida.

El Ministerio de Trabajo y Economía Social sacaba las uñas este martes cuando el secretario de Estado de Economía aseguraba que la reforma estaba a punto de ver la luz. “Las competencias son nuestras”, reclamaba Díaz. La también vicepresidenta segunda reniega de aceptar una modificación del cobro para incentivar la búsqueda de empleo y, por el contrario, prepara un borrador que pretende llevar al Consejo de Ministros lo antes posible. Actualmente, unas 800.000 personas perciben este subsidio y se espera alcanzar a un millón, aproximadamente.

Díaz está decidida a que, lejos de auditar a personas en situación de vulnerabilidad, se amplie su cobertura. Además, ha recordado que el 80% de perceptores no llega a agotar la prestación, a la par que ha acusado al departamento de Calviño de hacer la misma propuesta que el Partido Popular (PP) en 2012. Por el contrario, el texto de Trabajo propone una ampliación y una simplificación del acceso que se desgrana en diferentes puntos.

La propuesta de Díaz, punto por punto

En primer lugar, es de recibo explicar que el subsidio por desempleo es una prestación que se cobra cuando ya no se tiene derecho a la contributiva generada por la cotización (paro). Este subsidio está dotado con 480 euros al mes, lo que supone el 80% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM). Su percepción esta sujeta a diversos requisitos y cuenta con varios parámetros tanto para el momento de la solicitud como para el momento de cobro y su finalización.  

La titular de la cartera de Trabajo plantea ahora varias modificaciones. Una de ellas es la ampliación del derecho de percepción a los menores de 45 años sin cargas familiares, que ahora mismo no gozan de la protección al estar limitada a personas con 52 o más años. Las personas potencialmente perceptoras que se encuentran entre estas dos edades son, aproximadamente, 152.000. Además, Díaz propone también que la revisión de la ayuda pase a ser trimestral.

Otra de las modificaciones importantes está relacionada con el momento de solicitud. La normativa actual establece que, desde el momento de la solicitud hasta el primer cobro, deben transcurrir 30 días desde que fue agotada la anterior prestación. Trabajo quiere cambiar esto y que el subsidio se conceda inmediatamente en el momento de ser solicitado, evitando así que desempleados mayores y de larga duración estén obligados a estar un mes sin ingresos.

La última de las grandes variaciones conocidas es relativa a la finalización del cobro de la prestación. La propuesta de trabajo es que la ayuda se compatible con la aceptación de un nuevo empleo durante un mes. Es decir, que el perceptor pueda cobrar su primer sueldo del nuevo empleo y, por última vez, los 480 euros de ayuda. De esta manera, se busca que el parado no tenga miedo a aceptar un empleo por su inestabilidad y, por el contrario, se lance de nuevo al mercado sabiendo que cuenta con una fina red.

Desde Economía aseguran estar "alineados" con todas estas propuestas y la discrepancia principal es la reducción progresiva que plantea la cartera de Calviño. Concretamente, defienden que el cobro sea superior a 480 euros en los primeros meses y se reduzca gradualmente con el paso del tiempo para "incentivar" la reincorporación al mercado laboral.  “Lo que queremos y compartimos es que todo el sistema se oriente a apoyar el empleo”, apuntan desde Economía. “A nivel técnico en el seno del Gobierno se está intercambiando documentación para tener la mejor reforma posible, alineada con la reforma laboral, y alcanzar el pleno empleo en esta legislatura”, han zanjado.

Díaz garantiza que no se retrocederá

La ministra de Trabajo piensa dar batalla. Como líder del partido minoritario del Gobierno, ha garantizado a “los trabajadores de nuestro país que desde esta Vicepresidencia no vamos a propiciar ningún recorte en materia de subsidio por desempleo. Muy al revés, la reforma legislativa que hemos planteado tiene que ver con ganar derechos, tiene que ver con la ampliación de las subjetividades en el subsidio por desempleo". Por ello, pretende presentar lo antes posible su planteamiento ante el resto de los ministros.

Entre los homólogos de otras carteras, destaca Calviño, a quien ha dejado un recordatorio. "No compartimos en absoluto la propuesta que se está formulando desde Economía", ha remarcado Díaz, que ha insistido en que "el Gobierno progresista de España no va a recortar el subsidio por desempleo, lo va a mejorar, lo va a modernizar y va a mejorar el ámbito subjetivo del mismo". "Las personas trabajadoras hoy pueden estar tranquilas", ha concluido, dejando entrever que Sumar se plantará si la parte socialista quiere sacar adelante esta reforma.