No hay paz en Moncloa. No, al menos, en lo que respecta a la última -o primera- fricción del nuevo Gobierno. Sumar y Partido Socialista chocan, a través de sus principales vicepresidentas en lo relativo a la cobertura por el desempleo. Para la coalición, aquí reside la madre del cordero del objetivo de esta legislatura, que no es otro que el pleno empleo. Sin embargo, Yolanda Díaz ha reivindicado su espacio en los aledaños del Congreso de los Diputados este miércoles, recordando al Ministerio de Economía, comandado por Nadia Calviño, que este asunto compete a la cartera de Trabajo. En cualquier caso, la líder de Sumar ha lanzado el órdago en los prolegómenos de la Apertura Solemne de las Cortes y ha advertido al PSOE que no habrá ningún tipo de recorte en una legislatura que debe tender a ensanchar “derechos”.

La reforma por el subsidio del desempleo ha reavivado la llama del enfrentamiento entre Economía y Trabajo. Díaz ha exhibido públicamente sus diferencias con Calviño, lavando los trapos sucios fuera de las paredes de Moncloa y reactivando una guerra que se dio por inaugurada en la pasada legislatura. Esta medida es crucial para la consecución del pleno empleo, el objetivo troncal de la legislatura, tal y como han reiterado en severas ocasiones desde las dos alas de la coalición. Es, con toda probabilidad, en lo único que converjan las partes no se ponen de acuerdo sobre cómo afrontar esta modificación.

Yolanda Díaz ha agitado el avispero ante un enjambre de cámaras y micrófonos, antes de adentrarse en el Congreso para asistir a la Apertura de las Cortes. La vicepresidenta segunda ha rechazado de pleno las propuestas de sus socios en el Ejecutivo, calificándolas incluso de injerencias en su ámbito de actuación. Acto seguido, ha lanzado un aviso al Ministerio de Economía: “Este Gobierno no va a recortar el subsidio por desempleo, lo va a mejorar”. Una sentencia rotunda y firme, que ha acompañado de un nuevo recordatorio: “Es competencia nuestra”.

El plan que manejan en Trabajo pasa por ampliar la protección, según ha avanzado este miércoles la Cadena SER, a un colectivo mayor. En la actualidad, cuando se agota la prestación, si el individuo tiene más de 52 años tiene derecho a cobrar un subsidio de 480 euros (el 80% del IPREM). No obstante, la vicepresidenta segunda y líder de los magenta opta por reducir esa frontera hasta los 45 años de edad sin cargas familiares, lo que metería bajo el paraguas a cerca del millón de personas, con hasta 150.000 desempleados más.

Economía rebaja el tono

La vicepresidenta primera y ministra de Economía se ha mostrado partidaria de compatibilizar el cobro de la prestación con el acceso a un empleo y, a su vez, un salario. Un mecanismo similar al que se sigue con el Ingreso Mínimo Vital, con el objetivo de que los parados que consigan un nuevo puesto de trabajo con una remuneración elevada tengan incentivos a aceptarlo y no opten por seguir cobrando la prestación. Subsidio que, según explican desde la cartera que dirige Nadia Calviño, se reduciría de manera paulatina a lo largo del periodo de desempleo para no desincentivar la búsqueda de empleo.

A pesar de la declaración de guerra de Díaz y de los golpes en el pecho ante las cámaras, en Economía optan por suavizar el tono de la conversación interna. Fuentes del ministerio precisan que están “alineados” con Trabajo en lo relativo a los “elementos mencionados por ese departamento”. Es decir, en la compatibilización de la prestación, ampliar la cobertura a otros colectivos o ensanchar la cartera de servicios e itinerarios formativos y laborales adecuados al perfil. “Buscamos y compartimos que todo el sistema se oriente a apoyar el empleo”, resumen estas mismas voces.

El proceso se encuentra en una fase de “intercambio de documentación” entre departamentos para alcanzar “la mejor reforma posible” y que esté en consonancia con la “reforma laboral”. Todo ello inmerso en el plan del Gobierno para llegar a la meta del pleno empleo durante esta recién inaugurada legislatura.

La patronal pide turno

En paralelo, mientras los sindicatos afean al secretario de Estado que sus palabras ponían en cuestión la “honradez” de los trabajadores, la patronal ha reclamado su turno para negociar. El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha sugerido que la futura reforma del subsidio por desempleo no depende en exclusiva del Ministerio de Trabajo, sino que también forma parte del poder de decisión de Economía, patronal y sindicatos.

Yo creo que no es de Trabajo, también de Economía”, ha deslizado el líder de la patronal, que se posiciona contrario a la posición pautada por la vicepresidenta segunda del Gobierno.