Los Gobiernos de Rajoy decían una cosa en Bruselas y ponían otras en práctica. Mientras en España se dedicaban a anunciar bajadas de impuestos y a recortar servicios públicos, en Bruselas prometían que se terminarían ajustando a los objetivos de déficit fijados para nuestro país. La paciencia europea se agotó cuando se vio que no eran incumplientos puntuales y que los presupuestos que Montoro y De Guindos mandaban a Europa eran un reiterado ejercicio de mostrar a sabiendas previsiones económicas que nada tenían que ver con la realidad, conscientes de que nos enfrentábamos a una posible multa de 2.200 millones de euros. 

En aquellos momentos, el PSOE hizo un esfuerzo en Europa para evitar una multa de ese calibre, con el impacto que podría tener sobre un país que aún hoy sufre todavia algunas de las más graves consecuencias de la crisis. Eurodiputados, excomisarios y mandatarios socialistas intercedieron para que la multa se quedase en una advertencia. A cambio, prometieron incluir para que los presupuestos fueran más realistas y mostrasen menos bajadas de impuestos electoralistas, como las que anunciaba Rajoy en 2015, cuando la Comisión Europea ya estaba estudiando las sanciones que nos iba a imponer. 

Bruselas abrió el procedimiento por déficit excesivo a España en abril de 2009. En un primer momento el Consejo estableció 2012 como fecha límite para corregir los desequilibrios, pero las duras circunstancias que obligaron al PP a pedir un rescate bancario, el plazo se fue extendiendo sucesivamente hasta situar la meta de déficit en el 4,2% en 2015. Sin embargo, Rajoy, Montoro y De Guindos seguian enviando unos presupuestos plagados de recortes, pero en los que no había medidas para perseguir el fraude fiscal, subidas de impuestos a las rentas más altas y que usaban la devaluación de los sueldos y la destrucción de empleo como medidas de ajuste en la crisis. Se consiguioi evistar la multa pero, a cambio, los "hombres de negro" aún siguen vigilando estrechamente nuestras cuentas públicas. 

Récord de sanciones con el PP

Con el PP, España ha logrado el récord de ser -junto a Grecia- el país que más sanciones europeas acumula. Casos como la falsificación de los presupuestos de la Comunidad Valenciana con Zaplana y Camps, el céntimo sanitario de Gallardón, las ayudas públicas a los clubes de fútbol, que las comunidades gobernadas por el PP cobrasen la asistencia sanitaria a los turistas comunitarios o las pelotas de goma en Ceuta son algunos de los 86 casos por los que España acumula más de 86 expedientes sancionadores en la Unión Europea.

Ahora, Pablo Casado emprende un tour europeo para que Bruselas rechaze los presupuestos de otro Gobierno